Casi todos los estudios científicos que investigan cuál es el lado del cerebro que se encarga de las distintas emociones se han enfocado en personas diestras, y esto podría traducirse en que los tratamientos para las enfermedades mentales no funcionan o -peor aun- dañan a los individuos zurdos. Al menos, eso opinan unos investigadores.
Desde hace unas cuatro décadas, los científicos han creído que el lado izquierdo (hemisferio izquierdo) del cerebro es el responsable de lo que se conoce como “emociones de aproximación” las cuales tienen que ver con la manera como enfrentamos al mundo; por ejemplo, las emociones como ira y orgullo. En cambio, se supone que el hemisferio derecho está vinculado con conductas de evitación como el temor.
Si bien hay centenares de estudios que apoyan esta postura, la gran mayoría se ha llevado a cabo con personas diestras. Y esto podría haber dado origen a una idea errónea sobre la manera como el cerebro procesa las emociones.
Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell opina ahora que el control de las conductas de aproximación y evitación depende de los hemisferios cerebrales dominante y no dominante, respectivamente.
El equipo, dirigido por Daniel Casasanto, profesor asociado de desarrollo humano y psicología en la Universidad de Cornell, cree que la manera como el cerebro de los zurdos maneja las emociones es todo lo contrario a como lo hace el cerebro de las personas diestras. Y así, por ejemplo, el hemisferio cerebral derecho de los zurdos controla emociones como cautela y determinación.
Para probar su hipótesis, los científicos utilizaron una corriente inofensiva para estimular los cerebros de 25 voluntarios sanos y, dependiendo del hemisferio cerebral estimulado, observar si podían evocar emociones de aproximación.
Los individuos recibieron 20 minutos diarios de estimulación durante cinco días, y anotaron las emociones que experimentaron (como orgullo y felicidad) antes y después de la estimulación. Los resultados indicaron que el lado dominante del cerebro controla las emociones de aproximación.
Sus resultados fueron reflejo de estudios anteriores en que los investigadores provocaron emociones positivas estimulando el hemisferio cerebral izquierdo de personas diestras, y al contrario en individuos zurdos.
Los autores de este estudio, publicado en Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, han dado a este fenómeno el nombre de “hipótesis de la espada y el escudo”. Dicho apelativo deriva de los guerreros que atacaban empuñando sus espadas con la mano dominante, y se protegían llevando un escudo en el brazo no dominante.
Sus hallazgos podrían modificar tratamientos de salud mental como la terapia neural, en la cual se aplica una ligera estimulación eléctrica o magnética en el lado izquierdo del cerebro para provocar emociones de aproximación. El equipo teme que si el izquierdo es el hemisferio cerebral dominante de una persona zurda, este tipo de terapia podría tener un efecto contrario al deseado.
Ya que la investigación se llevó a cabo con voluntarios sanos, hacen falta investigaciones adicionales para determinar si este riesgo está presente en pacientes de la vida real.
“Si administras un tratamiento convencional a los pacientes zurdos, es probable que empeores el problema”, explicó el profesor Casasanto en una declaración.
“Y como muchas personas no son fuertemente diestras ni zurdas, la estimulación no hará una diferencia en ellas, porque sus emociones de aproximación están distribuidas en los dos hemisferios”, prosiguió.
“Esto sugiere que los diestros fuertes deben recibir el tratamiento normal, aunque hay que considerar que esos individuos solo componen 50 por ciento de la población. En cambio, los zurdos fuertes debieran recibir el tratamiento opuesto, en tanto que las personas situadas en el punto intermedio no deben someterse al tratamiento”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek