Estados Unidos se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, anunció este martes la representante estadounidense Nikki Haley, quien calificó a esa instancia como un “nido de motivaciones políticas”.
“Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, expresó.
Esta decisión se da en medio de las intensas críticas dentro y fuera de Estados Unidos a la política migratoria de Donald Trump que contempla separa a los niños de sus padres como medida disuasiva.
La diplomacia estadounidense ya no escondía sus diferencias con el Consejo, al que Washington acusaba de tener ser movido por sentimientos contrarios a Israel, y por la presencia de países que el gobierno considera no deben tener un asiento.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU fue creado en 2006 para substituir a la Comisión de Derechos Humanos y está formado por 47 países miembro escogidos por mayoría absoluta en la Asamblea General de la ONU.
En junio de 2017 Haley ya había exigido una reforma del Consejo, y este año Washington impulsó un proyecto de resolución que contemplaba cambios profundos en ese grupo.
Entre las propuestas estadounidenses se destacan un dispositivo para que países acusados de cometer violaciones a los derechos humanos puedan ser excluidos del Consejo con mayoría simple en la Asamblea y no con el voto de dos tercios.
Exigía también que la cuestión de los “derechos humanos en Palestina” no sea incluida en la agenda de forma sistemática.
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Con información de AFP