Con el termómetro que marca casi 40 grados centígrados, alrededor de 300 familias en la colonia Metepec II, en Acatlán, sufren escasez de agua.
En el lugar un grupo de vecinos mencionó que el desabasto dura hasta una semana. Los colonos responsabilizaron al Comité de San Dionisio de las irregularidades, pues aseguran que está “haciendo su negocio”, pero no proporciona el servicio de manera adecuada.
“Estamos viviendo en una condición de miseria en el suministro de agua. Hay bastantes pozos para el riego; para el agua potable tenemos el manantial de San Dionisio, pero no hay infraestructura; tenemos que traer el agua hasta la toma general, a unos 500 metros. Agua sí hay, pero la cortan”, explicó uno de los quejosos a Criterio.
Los lugareños manifestaron su cansancio por la situación, puesto que están obligados a acarrear agua de donde la consigan, lavar cada ocho días y comprar garrafones para preparar los alimentos.
La falta del líquido no les permite cubrir sus necesidades básicas en el hogar desde hace más de cinco años, dijeron.
“Acatlán es un pueblo sin ley y al presidente municipal (Benito Olvera Muñoz) no le interesa el tema del agua porque él vive cerca del pozo”, recriminó un habitante de Metepec II.
Además, indicaron que, a pesar de las múltiples denuncias, las autoridades locales no resuelven esta situación “desesperante” para la población.
El Plan Municipal de Desarrollo de Acatlán 2016-2020 confirma la inexistencia de un organismo operador del agua en la demarcación.
En el PMD, el gobierno municipal señala que una de sus estrategias en el tema del agua potable es integrar un esquema regulatorio a todos los sistemas de agua potable, con la finalidad de generar más recursos de los gobiernos federal y estatal que servirían en la rehabilitación y mejoramiento de las redes para el suministro.
Nathali González I Tulancingo