El presidente estadounidense Donald Trump se encuentra inmerso en un nuevo escándalo por otra supuesta relación extramarital. Esta vez se trata de una aventura que presuntamente tuvo meses después de que Melania Trump diera a luz al hijo menor del republicano.
La exmodelo de Playboy, Karen McDougal dijo que ella y Trump mantuvieron relaciones sexuales en 2006, en un artículo publicado este viernes en The New Yorker donde detalla supuestas reuniones clandestinas, transacciones financieras y acuerdos legales para impedir que el romance se hiciera público.
Esta no es la primera vez que se denuncia el supuesto caso de Trump y McDougal. Hace un par de años, The Wall Street Journal también informó que National Enquirer había pagado 150,000 dólares por los derechos exclusivos de su historia pero nunca la publicó.
The New Yorker informó que el 5 de agosto de 2016, McDougall acordó otorgar a American Media Inc (AMI), empresa propietaria del National Inquirer, los derechos exclusivos sobre “cualquier relación romántica, personal o física que haya tenido con un ‘hombre casado'”.
El equipo de Trump en ese momento negó la veracidad de la historia, al igual que Pecker’s American Media Inc (AMI).
El artículo actual, escrito por Ronan Farrow ––el hijo de Woody Allen y Mia Farrow–– muestra los detalles de la aventura, basado en los recuerdos manuscritos de McDougal.
Según The New Yorker, la relación entre Trump y McDougal duró nueve meses y terminó sin incidentes. La ex “Conejita del año” 1998 habría terminado el romance porque se sentía culpable.
En una declaración a la cadena NBC, un vocero de la Casa Blanca dijo que el presidente había negado anteriormente tener una relación con McDougal y calificó las afirmaciones de “noticias falsas”.
El National Enquirer, que apoyó la candidatura de Trump a la presidencia, es propiedad de David Pecker, quien se ha declarado amigo del mandatario.
“Pecker realmente lo consideraba un amigo”, le dijo a The New Yorker Jerry George, un exeditor en jefe de AMI. “Nunca publicamos una palabra sobre Trump sin su consentimiento”.
AMI negó buscar tener influencia sobre Trump. Sugerir que AMI “está involucrada en algo que le permitiría tener influencia sobre el presidente de Estados Unidos es ridículo”, dijo en un comunicado al que tuvo acceso la AFP.
“Yo fui quien lo aceptó, así que también es mi culpa. Pero no entendí el alcance de los parámetros” del acuerdo, dijo McDougal a The New Yorker en alusión al supuesto pago.
La historia de McDougal se asemeja a la de la actriz porno Stormy Daniels, quien también aseguró haber tenido una aventura con Trump en 2006.
El abogado personal del presidente, Michael Cohen, admitió el pasado martes haber pagado 130,000 dólares a Daniels, nombre artístico de Stephanie Clifford, pero no precisó las razones de ese desembolso.
Cohen dijo que hizo el pago por cuenta propia y que no le fue reembolsado. “Ni la Organización Trump, ni la campaña de Trump participaron en la transacción”, señaló.
La ONG Common Cause afirmó tener “razones para creer” que el dinero debe ser considerado un gasto de campaña “porque fue pagado con el objetivo de influir en las elecciones presidenciales de 2016”.