Un grupo de investigadores ha descubierto cómo engañar a tu cerebro para que la música te guste más, o menos. Mediante el uso de imanes para estimular o interrumpir circuitos cerebrales clave, un equipo del Instituto Neurológico de Montreal y del Hospital de la Universidad McGill incluso fue capaz de convencer a los participantes de que valía la pena gastar más (o menos) dinero en cierta música.
La técnica que utilizaron se conoce como estimulación magnética transcraneana (TMS, por sus siglas en inglés). Funciona al pulsar y, como su nombre lo indica, estimular partes específicas del cerebro. Cuando los investigadores seleccionaron la corteza prefrontal dorsolateral y estimularon las neuronas de esa región, de repente, los participantes estuvieron dispuestos a gastar alrededor de 10 por ciento más dinero en las canciones que se les presentaron, en comparación con el grupo de control (cuyas neuronas no fueron estimuladas). Y cuando se inhibió la corteza prefrontal dorsolateral de otro grupo, sus miembros solo estuvieron dispuestos a gastar 15 por ciento menos que el grupo de control. El día de hoy se publicó un artículo en la revistaNature Human Behavior, en el cual se detallan los hallazgos del estudio.
Los imanes tienen la posibilidad de modificar nuestro estado de ánimo al influir en los neurotransmisores que hay dentro de nuestro cerebro. Se sabe que la estimulación magnética transcraneana libera dopamina cuando se aplica en la corteza prefrontal dorsolateral, como se hizo en el primer grupo de participantes, a quienes acabó gustándoles más la música. Se volvieron físicamente aptos de experimentar más placer mientras escuchaban.
“El hecho de demostrar que el placer y el valor de la música pueden ser modificados mediante la aplicación de TMS no es solo una demostración importante y notable de que ahora comprendemos mejor los circuitos que están detrás de esas respuestas complejas, sino también de que este método tiene aplicaciones clínicas posibles”, afirmó en una declaración el autor principal Robert Zatorre, catedrático de neurología y neurocirugía. “Muchos trastornos psicológicos, como las adicciones, la obesidad y la depresión, se relacionan con una regulación deficiente de los circuitos de recompensa. Al demostrar que este circuito se puede manipular de forma tan específica en relación con la música, se abre la puerta a muchas posibles aplicaciones futuras en las que el sistema de recompensas pueda ser estimulado o deprimido”.
En 2016, varios investigadores mostraron en un artículo no relacionado que la corteza prefrontal era muy importante en las diferencias que existen en el gusto personal relacionado con la música. Sin embargo, este reciente experimento es la primera ocasión en la que alguien prueba circuitos clave del cerebro para ver si están relacionados con la recompensa al escuchar música. Con base en los resultados, los investigadores pudieron afirmar sin temor a equivocarse que es posible influir en variables como el placer percibido y el valor monetario al manipular correctamente las áreas adecuadas del cerebro.
“Esto indica que la función de esos circuitos en el aprendizaje y la motivación podría ser indispensable para experimentar el placer musical”, dijo en la declaración Ernest Mas Herrero, primer autor y miembro posdoctoral.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek