El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato será juzgado en España por “estafa de inversores” y “falseamiento de cuentas” durante la salida a bolsa fraudulenta de Bankia en 2011, anunció este viernes la justicia española.
Rato, que dirigía el banco en aquel momento, será juzgado junto a otros 31 exresponsables de la entidad, que se hundió tras entrar en bolsa, obligando al Estado a nacionalizarlo para salvarlo.
En total declararán 32 personas físicas –31 exresponsables de Bankia y un empleado de la consultora Deloitte, encargada de los informes del banco– y, como personas morales lo harán Bankia, su casa matriz (Banco Financiero y de Ahorros) y Deloitte.
La fiscalía anticorrupción española había requerido en junio cinco años de prisión para Rato, considerando que él y otros tres exdirigentes “tuvieron una especial responsabilidad en que la salida a bolsa de Bankia se llevara a cabo sustrayendo a los inversores la información esencial acerca de la verdadera situación patrimonial” del banco.
Como “principal ejecutivo” del banco, Rato era “plenamente consciente de la inconsistencia del proyecto de Bankia y de su debilidad financiera” y aún así dio luz verde a la operación, explicó la fiscalía en un texto fechado el 12 de junio.
Bankia, creado en diciembre de 2010 a partir de la fusión de siete cajas de ahorro, entró en bolsa con bombo y platillo en julio de 2011.
El año siguiente, las cuentas de Bankia resultaron ser catastróficas y su cotización en bolsa cayó más de 80 por ciento, arruinando a decenas de miles de pequeños accionistas.
Esta situación, junto con las consecuencias de la crisis económica, precipitaron un rescate del sector bancario español a través de un préstamo europeo de más de 41,000 millones de euros (48,000 millones de dólares), de los que 22,000 millones estaban dirigidos exclusivamente a Bankia.
El año pasado, el banco dijo que había pagado 1,200 millones de euros de compensación a 190,000 pequeños inversores, pero reconoció que aún tenía 30,000 reclamaciones pendientes.
Rodrigo Rato, de 68 años y quien había dirigido el FMI entre 2004 y 2007 y había sido ministro de Economía español entre 1996-2004, ya fue condenado por su papel a la cabeza de Bankia en febrero, a cuatro años y medio de prisión.
Fue por malversación de fondos a través de unas tarjetas bancarias opacas que sus titulares –especialmente dirigentes del banco– podían emplear a discreción y sin declarar esos ingresos extra.
Esos gastos se dedicaron a gasolina para sus vehículos compras de supermercado, costosas vacaciones, bolsos de lujo y fiestas.
Rato quedó libre a la espera de su juicio en apelación.
Es el tercer ex director gerente del FMI que se enfrenta a la justicia.
Su sucesor, Dominique Strauss-Kahn, quedó absuelto en 2015 en Francia tras un juicio por un escándalo sexual.
Y Christine Lagarde, actual directora gerente, fue declarada culpable de negligencia en un caso de un importante desvío de dinero público cuando era ministra de Economía de Francia, pero fue exenta de pena.