El papa Francisco sabía que un obispo chileno supuestamente había ayudado a encubrir atroces incidentes de abuso sexual cuando lo ascendió a un prestigioso rol en la Iglesia Católica, según un informe.
El Sumo Pontífice fue criticado durante un reciente viaje a Chile, cuando las víctimas de abuso sexual protestaron por su decisión de promover al obispo Juan Barros, un hombre acusado de ayudar a su mentor a encubrir el abuso sexual de niños. Francisco ha defendido regularmente a Barros, pero una carta a la que tuvo acceso Associated Press revela que el papa fue contactado por una víctima de abuso sexual en 2015. Los miembros de la comisión de abuso sexual del papa dijeron que él había recibido el documento de ocho páginas que describía cómo un reverendo chileno besó y acarició a la víctima mientras Barros miraba.
El escándalo se centra en el padre Fernando Karadima, un hombre considerado durante mucho tiempo el predicador de las elites católicas de Chile. Karadima fue acusado de haber abusado de menores durante años, y en 2011 una comisión del Vaticano lo declaró culpable de abuso sexual. Fue expulsado y se le ordenó pasar el resto de su vida en oración y penitencia.
Pero el obispo Barros, protegido de Karadima, fue nombrado en una importante posición eclesiástica en la ciudad sureña de Osorno y asumió el cargo en 2015, a pesar de las acusaciones de que había ayudado a Karadima a ocultar sus crímenes. La gente en Chile se indignó y pidió al papa Francisco que revoque el nombramiento. Incluso los principales funcionarios de la iglesia de Chile se opusieron vocalmente a la promoción de Barros. Pero el papa defendió constantemente a Barros y dijo que las acusaciones contra él eran mentiras.
Durante su reciente viaje a Chile en enero pasado, el papa fue recibido por manifestantes y finalmente emitió una disculpa por el daño causado por los escándalos de abuso sexual de la iglesia.
“Me siento obligado a expresar mi dolor y vergüenza, la vergüenza que siento por el daño irreparable causado a los niños por algunos ministros de la Iglesia”, dijo el papa durante la visita. “Soy uno con mis hermanos obispos, porque es correcto pedir perdón y hacer todo lo posible para apoyar a las víctimas, incluso cuando nos comprometemos a garantizar que esas cosas no vuelvan a suceder”.
Barros ha mantenido su posición de inocencia y dijo que no estaba al tanto del abuso.
La semana pasada, sin embargo, el Vaticano finalmente cedió a la presión pública y se comprometió a enviar a un investigador de abuso sexual a Chile para documentar el testimonio sobre Barros.
El papa dijo que la Iglesia Católica tiene una política de tolerancia cero sobre el abuso sexual, pero los críticos dicen que no ha hecho lo suficiente para castigar a los acusados de abusar sexualmente de los niños.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek