Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia han manifestado sus diferencias con respecto a la autoría del ataque químico en Siria, del cual Washington responsabiliza a Bashar Al Assad, mientras que han expresado su acuerdo en la desnuclearización del Corea del Norte, nación que ha llevada a cabo cinco pruebas nucleares en los últimos meses.
Rex Tillerson reconoció tras la reunión que sostuvo con el presidente Vladimir Putin que las relaciones de Estados Unidos con Rusia están marcadas por un “bajo nivel de confianza”, una situación que no debe existir entre “las dos mayores potencias nucleares, al tiempo en que insistió en que el gobierno de Bashar Al Assad, aliado ruso, es responsable del bombardeo en Idlib.
“Hay un bajo nivel de confianza entre nuestros países. Las dos mayores potencias nucleares no pueden tener este tipo de relación”, declaró Tillerson en una rueda de prensa común con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, quien mencionó que “a pesar de la cantidad de problemas existentes, existen perspectivas considerables de trabajar juntos”
El ministro de Relaciones Exteriores ruso dijo a su vez que no existen pruebas que confirmen que el régimen de Al Assad esté detrás del ataque químico a una población rebelde en Siria, a la par de que ha confirmado de que Moscú apoya a Estados Unidos en la idea de desnuclearizar a Corea del Norte, aunque dijo que el Kremlin opta por la vía diplomática.
“A pesar de las discrepancias, queremos resolver este problema [en Corea del Norte] de manera diplomática y conseguir la desnuclearización de Corea del Norte por la vía diplomática”, dijo Lavrov. Instantes después, al referirse al tema sirio el diplomático ruso insistió en que no existen pruebas que inculpen al gobierno de ese país.
El gobierno estadounidense ha dicho en Naciones Unidas estár “listo” para trabajar por una solución diplomática a los seis años de guerra en Siria.”Estamos listos para poner nuestro peso y nuestros recursos en apoyo de la diplomacia. Estamos listos para ayudar a poner fin al conflicto”, dijo este día la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley.
Sin embargo, la representante estadounidense dijo que el compromiso de Washington no había sido “suficiente” y que era necesario contar con “asociados que sean serios sobre el uso de su influencia” ante el presidente sirio Bashar al Asad. “Estados Unidos cree firmemente que un proceso político puede funcionar, a pesar de los factores en contra”, dijo.
Previo al posicionamiento de Haley, el presidente estadounidense Donald Trump llamó a Bashar Al Assad “animal”, aunque dijo que no habrá una intervención estadounidense en Siria. Con respecto a Corea dijo que el dirigente Kim Jong Un, “se está equivocando” a la par que mencionó el envío de una armada muy poderosa. “Tenemos submarinos, muy poderosos, más que las fuerzas aéreas. Y tenemos a los mejores militares de la Tierra”, dijo.