Será una marcha para expresar el repudio contra las amenazas de Donald Trump, pero también para exigir al gobierno de Enrique Peña Nieto acciones precisas para defender los intereses de México y de los mexicanos.
Será una marcha para condenar la embestida del presidente Trump contra un mundo plural, diverso e incluyente pero también para exigir al gobierno mexicano impulsar acciones inmediatas para combatir la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad y las violaciones a los derechos humanos.
Así se presenta la Marcha Ciudadana por el Respeto por México, denominada Vibra México, que este domingo 12 de febrero, al filo del mediodía, partirá del Auditorio Nacional de la Ciudad de México rumbo al Ángel de la Independencia.
Entre las principales propuestas de Vibra México está el “requerir que el gobierno informe de manera permanente sobre las negociaciones con Estados Unidos; exigir al gobierno de México evitar la simulación y asumir acciones concretas e inmediatas para combatir la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad y las violaciones a los derechos humanos; demandar el respeto y la protección a los derechos de toda persona, independientemente de su nacionalidad, condición migratoria, raza o religión”.
Según reporta su página web formarán parte de esta marcha al menos 79 organizaciones de la sociedad civil, asociaciones empresariales e instituciones académicas, entre ellas: Amnistía Internacional, Artículo XIX, Transparencia Mexicana, Comisión Mexicana de Derechos Humanos, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el Cencos, el IMCO, el Cide, la UAM, la Universidad Iberoamericana y la UNAM, cuyo rector, Enrique Graue, encabezará la marcha de este domingo.
Al llamado de Vibra México han acudido otros organismos que han expresado su apoyo a esta convocatoria ciudadana. Es el caso, por ejemplo, de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) que secunda la protesta en contra del presidente Trump y exige, paralelamente, al presidente Peña Nieto “claridad y compromiso nacional en su relación con el gobierno de Estados Unidos”.
El Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), por su parte, ha referido en el marco de la próxima protesta que se opone “al restablecimiento de la tortura en la lucha contra el terrorismo por el Gobierno de Donald Trump, y porque creemos que en México se debe[n] establecer mecanismos internacionales para hacer frente a la impunidad y garantizar el derecho a la verdad de las graves violaciones a los derechos humanos y crímenes contra la humanidad cometidos en el contexto de la guerra contra las drogas de los últimos diez años”.
Los académicos Sergio López Ayllón, María Amparo Casar y Pedro Salazar, indicaron en un reciente artículo editorial que esta movilización busca “hacerle saber al gobierno de Estados Unidos que hay miles de personas que no aceptan ser espectadores pasivos de la intolerancia y el desprecio y que quieren hacer escuchar su voz”.
A su vez, la politóloga Denise Dresser ha precisado que si bien este domingo acontecerá una protesta contra el gobierno “xenófobo y racista” de Donald Trump también tendrá lugar una exigencia a Enrique Peña Nieto y su gobierno porque “no está asumiendo las posiciones fuertes, dignas que la coyuntura requiere”.
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Muro vs. corrupción e impunidad
La marcha Vibra México se llevará a cabo 21 días después de que cerca de 2 millones de personas, en su mayoría mujeres, tomaron las calles de diversas ciudades de Estados Unidos un día después de que Donald Trump asumiera la investidura de presidente de esa nación.
La “Marcha de las Mujeres” que tuvo lugar en Washington, Nueva York, Los Ángeles, Miami, Chicago, Seattle, Boston, entre otras, pidió garantizar los derechos de las mujeres y los grupos minoritarios y exigió a Trump respeto para “todas las personas, de todos los credos y colores”. También, de acuerdo con sus organizadoras, constituyó un mensaje a los poderes Ejecutivo y Legislativo de que la ciudadanía no dejará de señalar que “los derechos de los inmigrantes importan, los derechos de los musulmanes importan, los derechos de las mujeres importan” y hay instituciones democráticas que velan por tales propósitos.
La marcha Vibra México este 12 de febrero además de la Ciudad de México sumará a otras como Villahermosa, Morelia, Colima, Hermosillo, Irapuato, León, Monterrey, Jalisco, Tequisquiapan, Pachuca, San Miguel de Allende, Coahuila, Tampico, Toluca, Saltillo, Tijuana.
Si bien se asume como una expresión “apartidista, pacífica y respetuosa para defender los derechos de todos y todas” su llamado para que participen ciudadanos “sin importar ideología, filiación política, preferencia sexual ni religión” no ha estado exento de polémica.
En días pasados se gestó un amplio debate en las redes sociales en torno a la marcha en puerta, del que han participado tanto promotores como críticos de la misma. Estos últimos han cuestionado la participación e inherencia de personas afines a la administración federal en turno que están intentando neutralizar las críticas y exigencias al gobierno de Peña Nieto, desvirtuando así, parte del propósito original de esta convocatoria ciudadana.
Se ha señalado en particular a Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización de Alto al Secuestro, quien convocó el mismo día a otra marcha, llamada “Mexicanos Unidos”, que otorga su respaldo al presidente Peña “que tiene a todo México detrás de él dispuesto a luchar por nuestro país”.
Al respecto voces como la de Emilio Álvarez Icaza se han desmarcado de quienes han buscan tergiversar el sentido de Vibra México, precisando que él forma parte de la gente dispuesta a dar la batalla y que no marchará “codo a codo con quienes defienden a Peña”.
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El exsecretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sido preciso al señalar que en México “El primer muro que hay que tumbar es el de la corrupción y la impunidad”.