Scott Pruitt, un republicano de 48 años, que ha sido señalado por su cercanía la industria de las energías fósiles y por su escepticismo sobre el cambio climático fue designado este jueves por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, al frente de la Agencia de Protección Ambiental, una entidad que durante su cargo como fiscal general de Oklahoma enfrentó en distintas ocasiones en favor de industrias contaminantes, según han denunciado opositores.
Como fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, se unió a varios otros estados para demandar a la Agencia de Protección Ambiental por su Plan de Energía Limpia, una política del presidente Barack Obama dirigida a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las plantas de energía y fábricas. Pruitt también demandó a la EPA, junto con funcionarios de otros estados, sobre su plan para regular las emisiones de metano de la industria de combustibles fósiles. En su página de LinkedIn, Pruitt dice que es “el principal defensor de la agenda activista de la EPA”.
Donald Trump indicó mediante una nota oficial que “por demasiado tiempo la Agencia ha gastado dinero de los contribuyentes en políticas anti-energía que están fuera de control y que destruyeron millones de puestos de trabajo, mientras afecta a nuestros granjeros, negocios e industrias”.
De acuerdo con el empresario inmobiliario, Pruitt revertirá esa tendencia y “restaurará la misión esencial de la Agencia” de mantener el aire y el agua limpia y segura. “Mi administración cree firmemente en la protección ambiental, y Scott Pruitt será un defensor de esa misión al tiempo que promoverá empleos, seguridad y oportunidades”, añadió.
En las acciones de Estados Unidos para combatir el cambio climático, la EPA tiene un rol central: la agencia determina tanto qué compromisos internacionales el país puede asumir como implementarlos.
Prominentes organizaciones ambientales han manifestado su preocupación ante la designación de Pruitt, quien es visto como todo, menos como un defensor del medio ambiente.
Michael Oppenheimer, de la Universidad de Princeton, explicó que la EPA es una agencia basada en la ciencia, y Pruitt da la impresión de no creer en el consenso científico sobre el cambio climático.” Si ese es el caso, nombrarlo como administrador sería muy inapropiado”.
Para Ken Kimmell, presidente de la Unión de Científicos Preocupados, Scott Pruitt es la elección equivocada para dirigir la EPA ya que la agencia desempeña un papel absolutamente vital en la aplicación de las políticas de larga data que protegen la salud y la seguridad de los estadounidenses, sobre la base de la mejor ciencia disponible.
“Pruitt tiene un registro claro de la hostilidad a la misión de la EPA, y él es una opción totalmente inapropiada para dirigirla … el Senado de los Estados Unidos tiene la responsabilidad de aprobar el administrador de la EPA. Es así de simple: si los senadores toman en serio su trabajo de proteger al público, deben votar con un no por Pruitt “.
En todo caso, su nombramiento parece revertir cualquier esperanzas de los ambientalistas surgidas luego que Trump recibió el lunes al exvicepresidente Al Gore, célebre tribuna de la lucha contra el calentamiento global.
El nombramiento de la cabeza de la EPA sigue a otras controversiales elecciones de Trump: el excandidato presidencial Ben Carson, un neurocirujano, liderará la cartera de Vivienda y Urbanismo; y Jeff Sessions, un senador anti-inmigrante y criticado por comentarios racistas, será el Fiscal General.
También se espera que anuncie al general retirado John Kelly para dirigir el Departamento de Seguridad Interior. Kelly sería el tercer general en el círculo inmediato de Trump, en medio de algunas críticas de que está colocando figuras militares en cargos civiles.
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Con información de Douglas Main y AFP