El gobierno estadounidense tiene un nuevo objetivo: rastrear e identificar a potenciales terroristas y evitar sus atentados antes de que ocurran. Este propósito podría alcanzarse con un nuevo programa informático desarrollado por la Universidad Estatal de Colorado (CSU) que combina la ciencia de datos con las sociales.
El “protocolo de evaluación dinámica de riesgos” ya se está desarrollando por pedido del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Es una herramienta es capaz de monitorear y verificar los indicadores de alto riesgo entre las grandes bases de datos de personas.
Esta iniciativa es una expansión del “Western Jihadism Project” (Proyecto de Yihadismo Occidental) que comenzó en 2006 y cuya base de dato ya se usa en 20 países de Europa, América del Norte y Oceanía, según datos obtenidos por la agencia española de noticias EFE.
Las bases de datos del yihadismo occidental incluyen material de redes sociales personales en organizaciones terroristas yihadistas y sus esfuerzos de reclutamiento en naciones occidentales.
Contiene información sobre 6,000 o más individuos, 797 propiedades que fueron exitosamente ejecutadas o frustradas, y organizaciones locales e internacionales vinculadas con extremistas yihadistas occidentales.
“No existe un protocolo para identificar en tiempo real a las personas que se están radicalizando. Además, las fuerzas de seguridad no cuentan con recursos como para analizar a miles de personas”, expresó el doctor Anura Jayasumana, profesor de ingeniería eléctrica y computacional en CSU-Fort Collins y reconocido experto en Ciencia de la Red.
“Nuestro propósito es usar las características que se han identificado como indicadores de radicalización para aplicarlas a grupos de personas en riesgo de radicalizarse, para que las fuerzas de seguridad los investiguen”, agregó Jayasumana mediante un comunicado.
Concretamente, el nuevo algoritmo, desarrollado por Jayasumana junto con la doctora Jytte Klausen, de la Universidad Brandeis, en Waltham (Massachusetts) y autora del “Western Jihadism Project”, permitirá monitorear constantemente las actividades de millones de personas en todo el mundo para detectar a aquellos individuos en “inminente riesgo de actos violentos”.
La expansión cuenta con fondos del Instituto Nacional de Justicia (NIJ, la agencia de investigaciones y desarrollo del Departamento de Justicia de Estados Unidos) y se espera que se implemente “a gran escala” en dos años.
“La nueva herramienta se integrará con las bases de datos y las fuentes ya existentes de las fuerzas de seguridad y seleccionará en tiempo real a aquellos individuos que representen un riesgo importante de terrorismo”, explica el comunicado de NIJ sobre el proyecto.
En definitiva, se usarán “modelos de probabilidades” para adjudicar “puntajes” a las personas y de esa manera identificar a “potenciales terroristas violentos”, según el texto.
El titular del proyecto dijo que el trabajo podría ayudar a las fuerzas policiales a intervenir en algunos casos de forma temprana, antes de que las personas cometan actos de violencia.
Otras herramientas similares se están desarrollando en la Unión Europea, una de ellas conocida como “Risk Track”, un estudio presentado en noviembre pasado y es capaz de rastrear e identificar perfiles de usuarios potencialmente radicales en las redes sociales.
Este estudio se realizó para dar respuesta a una de las prioridades europeas: erradicar la radicalización terrorista y su reclutamiento a través de las redes sociales.
El proyecto tiene como objetivo identificar los indicadores que permitan encontrar posibles usuarios radicalizados y después desarrollar una herramienta de software para recoger, representar y analizar la información obtenida.
El estudio “Risk Track” cuenta con miembros de universidades de España, Francia y Chipre.