Wagner Moura, Damián Alcazar, Paulina Gaytán y Pedro Pascal, protagonistas de la segunda temporada de la serie Narcos que produce Netflix, coincidieron al afirmar que, a pesar de todo, es necesario contar historias terribles como la del narcotraficante Pablo Escobar, quien a final de cuentas era un ser humano.
“Yo pienso mucho en eso”, señaló Moura, quien encarna en la serie al capo colombiano. “Voy a dirigir una película en Brasil sobre la dictadura militar. En Brasil tuvimos una ley de amnistía que perdonó a los militares que hicieron todas esas cosas terribles en Brasil… pero no se habla de eso. Y yo que nací bajo la dictadura en Brasil tengo muchas ganas de hablar de eso. Creo que es importante”.
En la conferencia de prensa que ofrecieron en la Ciudad de México para anunciar el lanzamiento el próximo 2 de septiembre de la segunda temporada de la historia creada por Chris Brancato, Carlo Bernard y Doug Miro, Moura abundó sobre ese aspecto al señalar que en Alemania existen muchos monumentos y museos dedicados al Holocausto, lo cual le hace pensar que los alemanes tienen una relación mucho psicológicamente saludable que los brasileños.
“Bogotá era la ciudad más peligrosa del mundo en los 80, hoy es una ciudad moderna, cultural, interesante. Sé que a los colombianos a veces les da pereza pasar de nuevo por esa historia: Colombia, cocaína, etc., y yo los entiendo, pero creo que es muy saludable hablar de lo que pasó en su historia. Una de las funciones del arte es eso: ahí está Shakespeare, el consejo que da Hamlet a los actores, el teatro tiene que ser un espejo de la vida y eso es saludable, eso purifica, es bueno…”
A diferencia de Escobar, el Patrón del mal, la serie que produjo Caracol Televisión entre los años 2009 y 2012, y cuyo énfasis radica en la visión colombiana de la vida de Escobar Gaviria, Narcos adopta la perspectiva de Steve Murphy (Boyd Holbrook), un agente de la DEA, quien junto con Javier Peña (Pedro Pascal es comisionado por los gobiernos de Estados Unidos y Colombia para perseguir y detener al criminal. Bajo esta mirada, los valientes y en apariencia íntegros policías que persiguen a Escobar son retratados con todos sus excesos.
“Lo más importante de la serie es que no es en blanco y negro”, acota Pascal, cuyo personaje, el agente Peña, oscila sobre esa línea tenue que suele separar el bien y el mal. “No es tan fácil identificar quiénes son los héroes y quiénes son los villanos. En este tiempo en Colombia y en México uno se cansa de estar identificado con este tipo de cuentos y esta violencia, de narcotraficantes. Hay tanto más que contar, pero en contarlo nos hemos dedicado específicamente a investigar la textura, los detalles, las contradicciones, para ver todo esto de una forma lo más auténtica posible”.
La primera temporada de Narcos describe el proceso de encumbramiento de Escobar y el Cartel de Medellín, en tanto la segunda estará enfocada en la caída uno y otro, que dará paso al imperio del Cartel de Calí. Es aquí donde entra Damián Alcázar, quien personifica a Gilberto Rodríguez Orejuela, el líder de esa organización.
“Yo quisiera decirte que (Pablo Escobar) no es un animal, no es una bestia, no es un malo… ¡es un ser humano! ¡Y está cabrón lo que podemos hacer los seres humanos!”, apunta Alcázar, quien advierte que no debemos cerrar los ojos a este tipo de historias.
“Como mexicano me gustaría hacer una película sobre los 43 jóvenes perdidos (…) Y yo creo que en este caso, pues sí, se eligió este tema que es brutal, porque sigue siendo terrible, ya hacia nosotros (los mexicanos). Y habrá que llegar hasta acá (México), hasta el final. Ojalá lo siga haciendo Netflix, porque vale la pena abrir estas cosas y ver de qué es capaz el ser humano”.
Para Paulina Gaitán, la actriz mexicana que interpreta a La Tata, la esposa de Escobar, su personaje aborda el lado políticamente correcto del criminal: la familia y el cariño que les profesaba tanto a su mujer como sus hijos.
“Tenemos estos dos lados de Pablo Escobar, este Escobar sanguinario, pero a mí me tocó ver este lado de la familia, y no es por echar flores porque todos sabemos el Pablo Escobar que fue, pero creo que cumplió como padre y es ese lado familiar el que a mí me toca recoger y llevar (…) Fue esa parte la que más yo tomé para el personaje, es decir: ‘Mi marido puede ser una mierda, pero conmigo es buen marido”.
Para nadie es un secreto que Pablo Escobar morirá en la segunda temporada de Narcos, como tampoco que ya se firmó la continuidad de una tercera temporada. El misterio, empero, radica en si la serie se moverá de escenario y se trasladará a México para contar la historia de algún narcotraficante local. Sea quien sea, el enigma se mantendrá por algunos meses.