Chihuahua.- Luego de diez años de trabajos para el rescate de la ex Hacienda El Sáuz, el Museo Apache, ubicado a 65 kilómetros de la ciudad de Chihuahua, abrió con éxito sus puertas, pues ha atraído bastante la atención de turistas que no solo buscan salir de la mancha urbana para vivir una experiencia rural dentro del municipio de la capital, sino que vienen a “viajar” al pasado, al conocer la historia de quienes habitaron estas tierras en nuestros antepasados.
Ubicado en el kilómetro 54 de la carretera a Ciudad Juárez y 11 más desde el entronque de El Sáuz hacia la derecha, se llega a este museo que cuenta la historia de los apaches en Chihuahua, Sonora, Arizona, Nuevo México y parte de Texas, así como su identificación por grupos como lo mezcaleros, coyotes, chiricaguas, entre otros.
En este sitio se puede conocer cómo eran los principales personajes apaches que marcaron la historia, pues se hicieron replicas idénticas para representar la historia del indio Victorio, Juh y otros jefes apaches como Gerónimo.
También se puede conocer el cerro de Tres Castillos donde fue abatido “El indio Victorio”, quien fue muerto con gran desventaja a manos de un ejército comandando por Joaquín Terrazas y el capitán Juan Mata Ortiz junto con 350 hombres. Rodearon a Victorio en Tres Castillos y el tarahumara de Mauricio Corredor le dió muerte.
En la batalla había pocos guerreros apaches debido a que se habían ido a pedir refuerzos durante la noche, hora en la que ellos no peleaban, por por lo que el ejército mexicano los atacó poniéndolos en gran desventaja. En la batalla sobrevivieron alrededor de 67 mujeres y niños que terminaron en orfanatos y las mujeres como servidumbre, explicó el director del museo, Ángel Díaz Rodríguez.
Por otra parte, se conoce la historia del indio Juh, quien junto con Gerónimo, al verse cercados tanto en Estados Unidos como en México buscaron la paz, pero los acuerdos no funcionaron por la desconfianza mutua. Los apaches condenaron a Joaquín y a Juan Mata Ortiz como traidores.
Juh sentenció a Mata Ortiz: “Tú, Joaquín, ¡traicionero!, ¡maldito!, y para ti ‘capitán gordo’, no balazos, no cuchillos, no lanza, no flechas; para ti… ¡lumbre!, no volvió a solicitar paz ni tregua alguna, hasta cumplir su juramento.
En 1882 en una batalla, Juh logró capturar a Juan Mata Ortiz, a quien lo mató lentamente bajo fuego, pues no solo había dado muerte a una incontable cantidad de apaches, sino que burló sus creencias. Ellos veían en las aves de rapiña a sus antepasados, creían que en ellos reencarnaban, por lo que Mata Ortiz quemaba estas aves para agredirlos.
Para recuperar todas estas historias que ahora se pueden reconstruir mentalmente por los visitantes a este museo, previo a la apertura de estas salas de historia, personas de esta localidad trabajaron diez años en la reconstrucción de la ex hacienda El Saúz, un edificio con más de cien años de antigüedad.
Actualmente, reaparecieron algunos descendientes de apaches en Chihuahua, han salido del anonimato y crearon una agrupación que intenta rescatar la historia y costumbres de sus antepasados, comentó Díaz Rodríguez.
Para la exhibición del museo, el departamento de Patrimonio Cultural del Municipio de Chihuahua, recopiló información bibliográfica de los jefes apaches más importantes, bajo responsiva de Ángel Díaz Rodríguez, licenciado en historia, quien realizó su tesis de titulación con una investigación sobre los apaches y Hacienda el Sáuz y quien posteriormente se convertiría en el director de este museo.
Díaz Rodríguez, también fue responsable de recuperar información con la Nación Mescalero Apache de Estados Unidos y otras fuentes.
ALGUNOS JEFES APACHES:
JUAN JOSÉ COMPÁ
Fue un apache dedicado al comercio dentro de los asentamientos presidiales del noroeste de Chihuahua. Tenía como hermano a Juan Diego Compá y como padre al jefe Compá. Además de comerciante figuro como intermediario con los novohispanos y posteriormente con los mexicanos. Al parecer, fue criado por la familia de Rafael Elías González en Sonora, sabía leer y escribir, llevar una contabilidad, era un hombre educado.
MANGAS COLORADAS
Jefe apache en 1842. Surgió después de que en Chihuahua se decretaran pagos por las cabelleras apaches, fue parte de un grupo de indios de paz bajo la tutela de Juan José Compá. Tras el asesinato de Compá, Mangas Coloradas fue nombrado el jefe de guerra.
En las cercanías de El Carrizal, Chihuahua, la banda de Mangas Coloradas atacó la hacienda del Carmen en donde raptaron un niño, quien después sería conocido como Victorio.
El jefe apache llego el 17 de Enero de 1863 a Fort Mc Lane en Nuevo México, siendo aprehendido en el instante y puesto prisionero. Se le arrancó la cabellera para posteriormente extraer su calavera, y después ser enviada a un museo en Nueva York.
VICTORIO
Bautizado con el posible nombre de Pedro o Francisco Cedillo, fue raptado por la banda de Mangas Coloradas en las cercanías de El Carrizal, Chihuahua, al ser atacada la hacienda del Carmen de Peña Blanca. Hijo de padre apache y madre mestiza o mexicana. Ya adulto lo reconocieron como jefe. Participaría en los movimientos del grupo dirigido por Mangas Coloradas, luego pasaría a ser líder tras la muerte a traición de Mangas.
Antes de hacerse mención de Victorio su nombre apache fue Beduiat, fue hasta 1865 que aparecen registros con su nombre característico, Victorio, en la población estadounidense de Pinos Altos. Los informes de los oficiales norteamericanos lo elogiaban mucho, sobresalía con maestría en la vigilancia para eludir al enemigo, ya que además de los ejércitos mexicanos y norteamericanos, también se enfrentaba a los exploradores apaches de San Carlos.
En 1878 hubo en Chihuahua grandes sequías, lo que ocasionó grandes ataques de apaches para la obtención de alimentos. En 1880, se celebró un acuerdo entre México y Estados Unidos para acabar definitivamente con los apaches. Victorio comandaba un grupo de 160 guerreros entre mimbreos, mezcaleros y chiricahuas nedhi.
Este jefe apache fue abatido por el Teniente coronel Joaquín Terrazas y el capitán Juan Mata Ortiz junto con fuerza de 350 hombres. Rodearon a Victorio en Tres Castillos y el tarahumara de Mauricio Corredor le dio muerte.
JUH.
Jefe Apache, líder y estratega de guerra, alcanzo prestigio como un magnifico líder de combate en 1855 en una batalla contra los mexicanos cerca de Namiquipa, Chihuahua.
Huh y Geronimo escaparon a Sonora tras la desintegración de la reserva de Chiricahua en el sureste Arizona en 1876, pero Juh reapareció en 1879 cuando colaboró en alguno de los trabajos más sangrientos atribuido a Victorio en el sur de Nuevo México. Ambos se entregaron en 1880 y se trasladó a la reserva de San Carlos de Arizona.
Su muerte es atribuida a la caída de una mula o caballo, al ir por un peñasco cerca del río Casas Grandes en Chihuahua. Fue descrito como de 6 pies o más de altura, de piel oscura, pesaba alrededor de 225 libras, tenía un defecto en el habla. El significado de su nombre es incierto. Dejó un hijo sobreviviente, Ace Daklugie, quien fue intérprete de Gerónimo al narrar sus memorias.