Maria Sharapova, la rusa cinco veces ganadora del Grand Slam, ha caído.
La ex número uno del mundo no volverá a competir en el tenis durante dos años, luego de ser expulsada debido a una prohibición por el uso de meldonium, un fármaco anti-anginoso.
Los hallazgos de la Federación Internacional de Tenis (FIT), el tribunal independiente que investigó el caso de Sharapova, muestran un nivel de negligencia un tanto impactante en cuanto a lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje, así como una incapacidad inquietante de parte de Sharapova para informar a su equipo sobre los suplementos que estaba tomando.
Para marzo de 2010, Sharapova estaba utilizando 30 medicamentos diferentes por recomendación del Dr. Anatoly Skalny, el primer médico que le sugirió usar meldonium, en 2005, bajo el nombre comercial Mildronate.
A fines de 2012, la relación con Skalny había terminado; no obstante, Sharapova siguió usando Mildronate, pero no volvió a revelar el consumo en sus expedientes.
La rusa recibió una suspensión de dos años, la cual apelará en el Tribunal de Arbitraje del Deporte (CAS) solo porque el tribunal dictaminó que no había contravenido deliberadamente las reglas antidopaje.
Sin embargo, el resumen del caso declara que Sharapova tomó Mildronate con la intención de mejorar su rendimiento, lo que contradice la declaración que publicó en Facebook, el jueves por la noche, donde señala: “El tribunal determinó que no busqué tratamiento de mi médico con el propósito de obtener una sustancia que mejorara el rendimiento”.
Todo esto es el trasfondo del aparente fin de la carrera de Sharapova. Se ha dicho que no hay manera de que regrese tras la prohibición, ni forma alguna de que se integre al Tour de la Asociación de Tenis Femenino (WTA). Así que ahora, tal vez deba colgar la raqueta para siempre.
Excepto que… Sharapova tendrá apenas 31 años cuando expire la prohibición, el 26 de enero de 2017.
Serena Williams, quien sin duda igualará y luego, romperá el récord de 22 títulos Grand Slam de Steffi Graf, cuenta hoy 34 años, y tendrá 36 cuando termine la prohibición de Sharapova. A pesar de lo grandiosa que es la menor de las hermanas Williams, y pese a su aparente juventud, no dominará para siempre el deporte femenino.
Por debajo de ella hay contrincantes talentosas, muy pocas de las cuales han demostrado la capacidad sostenida de producir ese talento de manera consistente.
El principal obstáculo de Sharapova para llevarse más que cinco Grand Slams ha sido Williams, quien la detuvo en la final en tres ocasiones distintas.
De hecho, desde que venció a Williams en la final de Wimbledon de 2014, Sharapova solo ha ganado frente a la estadounidense en una ocasión, contra 19 derrotas.
¿Una tenista de 31 años que regresa a la cancha con las grandes, cuando su mayor némesis está fuera del camino o en decadencia? Míralo de manera lógica, y verás una buena razón para que Sharapova no abandone su carrera.
Considera también que, gracias a los adelantos en medicina deportiva y las técnicas de recuperación, las carreras de las estrellas deportivas de nivel de elite pueden durar mucho más en la actualidad que hace algunos años. Excepto por una lesión grave, la treintena ya no se considera el punto de inflexión para la jubilación.
Luego tenemos la postura de Nike hacia Sharapova. La marca de artículos deportivos ha decidido mantener su contrato con ella, pese a la prohibición.
En general, las compañías multinacionales no suelen mostrarse caritativas con los atletas. Solo los usan cuando son muy comercializables y pueden promover sus marcas, para lo cual es necesario que jueguen y tengan éxito en los torneos más importantes.
Nike abandonó a Lance Armstrong cuando fue proscrito de manera vitalicia por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA). No obstante, mantiene una relación con Justin Gatlin, el velocista estadounidense que ha fallado dos veces en pruebas de detección de sustancias para mejorar el rendimiento.
¿La diferencia clave? Gatlin sigue compitiendo y por tanto, es comercializable. Si no hubiera manera de que Sharapova regresara a la cancha, es muy improbable que siguiera a su lado.
Nada de esto pretende exonerar a Sharapova del error, muy considerable, que dejará una mancha indeleble en su carrera. Sin embargo, aún quedan muchas razones para creer que esa carrera se encuentra en un impasse temporal.