La presencia de arsénico en el agua subterránea de Guanajuato se ha convertido en una preocupación creciente, pues el 30% de las fuentes de agua para consumo humano contienen este mineral, lo que representa un riesgo para la salud.
Así lo informó el titular de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, José Lara Lona, durante su comparecencia en la glosa legislativa, donde explicó que este fenómeno se ha detectado principalmente en los municipios del norte de la entidad.
El funcionario explicó que la contaminación se debe a la profundidad a la que se perforan los pozos, que actualmente llegan hasta 700 y 800 metros, lo que provoca un mayor contacto con minerales como el arsénico.
“Uno de los indicadores que hemos visto que se ha incrementado es el arsénico, y tiene que ver con que la gran mayoría del agua de abastecimiento en el estado es subterránea”, señaló.
Además, advirtió que la calidad del agua extraída de estos pozos “no es la que marca la norma”, lo que agrava el problema.
Lara Lona precisó que la normativa federal establece un límite máximo de 0.0025 gramos de arsénico por metro cúbico de agua, sin embargo, en las zonas afectadas los niveles superan el mínimo legal.
Frente a este panorama, el gobierno estatal ha trabajado en coordinación con las empresas purificadoras para garantizar que el agua embotellada cumpla con los estándares adecuados.
“Hemos trabajado en conjunto para poder dotar el agua de consumo. Aquí lo que se hace es separar el agua que sí se consume y se pasa por un proceso que normalmente es de ósmosis”, explicó el secretario.
El arsénico es una sustancia altamente tóxica para el ser humano, y su exposición constante puede derivar en enfermedades graves como cáncer, padecimientos cardiovasculares, diabetes y problemas dentales.
Ante esto, Lara Lona reiteró que su dependencia está fortaleciendo acciones para que el agua de consumo cumpla con las normas de calidad.
“Son las acciones que hemos estado fortaleciendo para poder garantizar que el agua de ingesta tenga la calidad adecuada”, concluyó.