Ante la discusión sobre la despenalización del aborto en el Estado de Durango, la Provincia Eclesiástica de Durango, que incluye las Diócesis de Mazatlán, Gómez Palacio, Torreón, la Prelatura de El Salto, Pueblo Nuevo y la Arquidiócesis de Durango, ha emitido un pronunciamiento en el que manifiestan su preocupación por las iniciativas en el Congreso del Estado que buscan cambiar la legislación actual en torno a este tema.
Según la Iglesia, estas propuestas atentan contra el derecho fundamental a la vida humana desde el momento de la concepción.
En un comunicado, los obispos de la región expresaron que se está viviendo en un contexto donde las “sombras de muerte y desesperanza” prevalecen, lo que se refleja en propuestas legislativas que buscan modificar la protección al derecho a la vida desde las primeras etapas del desarrollo humano. Asimismo, afirman que el derecho a la vida es inviolable y debe ser protegido en todo momento, desde la concepción hasta la muerte natural.
Los obispos hacen énfasis en que, como institución, la Iglesia continuará promoviendo y defendiendo los derechos humanos, especialmente el derecho a la vida, considerado por la doctrina católica como un don otorgado por el Creador. En este sentido, advierten que el respeto a estos derechos es esencial para preservar la dignidad y la integridad de la persona humana.
Se hace mención de que la Iglesia se ha apoyado en los avances científicos para respaldar su postura en contra de cualquier acto que atente contra la vida humana. Citan al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que señala que la fecundación del óvulo da lugar a una nueva vida humana con una identidad biológica definida desde el primer instante.
Señalan tambien que el Papa San Juan Pablo II, en su Encíclica sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana, también condenó el aborto, señalando que este acto es especialmente grave y pone en evidencia una crisis moral en la sociedad. Llaman a no ceder ante la tentación de suavizar la gravedad del aborto con terminologías ambiguas, como “interrupción del embarazo”, recordando que este acto consiste en la eliminación deliberada de un ser humano en sus primeras etapas de vida.
En este contexto, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Durango hicieron un llamado a la sociedad a promover y defender la vida en todas sus etapas.
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