El 2 de diciembre de 1823, el presidente James Monroe presentó su séptimo discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso de los Estados Unidos, estableciendo lo que más tarde se conocería como la Doctrina Monroe.
Tras la independencia de varias colonias españolas en América, Monroe declaró que Estados Unidos se opondría a cualquier intento de intervención de las potencias europeas en la región. Con el tiempo, y a medida que Estados Unidos crecía como potencia durante los siglos XIX y XX, esta doctrina evolucionó hasta convertirse en una política de oposición a cualquier presencia extranjera que representara una amenaza en el continente americano.
Sin embargo, en las últimas décadas, China ha incrementado de manera significativa su influencia económica y diplomática en América Latina y el Caribe. Analistas advierten que Pekín busca convertir la región en una extensión de su poder geopolítico, desafiando la tradicional hegemonía estadounidense.
LA PRESENCIA DE CHINA EN LAS AMÉRICAS
China es hoy el principal rival geopolítico de Estados Unidos, con un crecimiento económico sin precedentes en las últimas décadas. Según datos de la Organización Mundial del Comercio, el valor de las exportaciones manufactureras chinas alcanzó los 1.81 billones de dólares en 2023, 30 veces más que en 2002, mientras que el déficit comercial de Estados Unidos superó los 1.2 billones de dólares.
El comercio e inversión china en América Central y el Caribe han crecido exponencialmente. Según el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el comercio chino en el Caribe pasó de 1,000 millones de dólares en 2002 a 8,000 millones en 2019, con 6,100 millones en exportaciones chinas y 1,900 millones en importaciones.
China ha financiado grandes proyectos en la región, como:
- Un puerto de aguas profundas en Gran Bahama, a solo 55 millas de la costa de Estados Unidos, con una inversión de 3,000 millones de dólares.
- Una inversión de 600 millones para modernizar la red eléctrica de República Dominicana.
- Proyectos por 2,100 millones de dólares en Jamaica y 773 millones en Surinam.
Además, 10 países del Caribe ya forman parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, lo que genera preocupación sobre el control estratégico de Pekín en la región.
EL IMPACTO GEOPOLÍTICO DE CHINA EN LAS AMÉRICAS
Expertos en relaciones internacionales advierten que la creciente dependencia económica y financiera de los países de la región hacia China representa un riesgo para la influencia estadounidense.
China también ha intensificado su cooperación militar con países caribeños, proporcionando equipo policial y militar
Según Evan Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, China está consolidando su presencia comercial con miras a obtener ventajas políticas y estratégicas a largo plazo. “Aunque el objetivo principal de las empresas chinas es comercial, las oportunidades militares que esta presencia genera son evidentes para el Ejército Popular de Liberación y el gobierno chino”, afirmó Ellis.
China también ha intensificado su cooperación militar con países caribeños, proporcionando equipo policial y militar, organizando visitas de barcos hospital y estableciendo relaciones con fuerzas de seguridad locales.
CASO TAIWÁN: UNA ESTRATEGIA DE AISLAMIENTO DIPLOMÁTICO
Una de las principales estrategias de China en la región ha sido persuadir a los países latinoamericanos y caribeños para que rompan lazos con Taiwán y reconozcan a Pekín como el único gobierno legítimo de China.
En los últimos años, Panamá (2018), República Dominicana (2018) y Nicaragua (2021) han cortado relaciones diplomáticas con Taiwán. De los 12 países en el mundo que aún reconocen a Taiwán, 5 están en el Caribe, lo que convierte a la región en un campo clave para la estrategia china de aislamiento diplomático.
CHINA Y EL CANAL DE PANAMÁ
China ha incrementado su influencia en el Canal de Panamá, un paso crucial para el comercio global. Dos de los cinco puertos más cercanos al canal eran operados por empresas con sede en Hong Kong, lo que generó la ira del expresidente Donald Trump, quien afirmó que restauraría el control estadounidense sobre esta infraestructura clave.
El temor de Washington es que Beijing pueda interrumpir el tráfico en el canal en caso de un conflicto con Estados Unidos. Según analistas, esto podría ocurrir a través de ciberataques, sabotaje a las esclusas o bloqueos estratégicos.
No obstante, en un golpe a la influencia china, la empresa CK Hutchison Holdings vendió recientemente sus operaciones en el canal a un consorcio liderado por la firma estadounidense BlackRock en un acuerdo de 23,000 millones de dólares.
Mientras Washington reduce su presencia, Beijing fortalece sus lazos estratégicos, económicos y militares, lo que podría redefinir el equilibrio de poder en el hemisferio occidental
LA INMIGRACIÓN Y LA DESESTABILIZACIÓN REGIONAL
Otro factor que preocupa a Washington es el aumento en el número de migrantes ilegales chinos detenidos en las fronteras de Estados Unidos. En 2022, las autoridades interceptaron a 1,970 migrantes chinos en la frontera sur, pero la cifra aumentó a 24,376 en solo dos años.
Analistas creen que China y Rusia se benefician de la inestabilidad en países como Haití, Venezuela y Nicaragua, ya que la migración masiva obliga a la Casa Blanca a desviar recursos hacia el control fronterizo en lugar de enfocarse en su competencia con China en el escenario global.
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LOS CORTES DEL USAID
El gobierno de Trump redujo significativamente el presupuesto de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), debilitando el apoyo de Washington en la región.
No tiene sentido preocuparse por la influencia china si estos países no tienen alternativa
Christopher Sabatini, experto en América Latina, calificó esta medida como un “regalo para China”, ya que las organizaciones de la sociedad civil que solían recibir apoyo de Washington. en países autoritarios como Nicaragua, Cuba y Venezuela han quedado sin financiamiento, lo que permite a China llenar el vacío.
John Lee, del Hudson Institute, advirtió que sin programas de financiamiento e inversión, Estados Unidos tendrá dificultades para contener la creciente influencia china en la región. “No tiene sentido preocuparse por la influencia china si estos países no tienen alternativas”, afirmó.
EL PANORAMA DE ESTADOS UNIDOS EN AMÉRICA LATINA
La Doctrina Monroe fue clave en la política exterior de Estados Unidos durante casi dos siglos, pero hoy enfrenta un desafío sin precedentes con la expansión de China en América Latina y el Caribe.
El comercio, la inversión y la diplomacia china han ganado terreno en la región, desplazando la influencia estadounidense. Mientras Washington reduce su presencia, Beijing fortalece sus lazos estratégicos, económicos y militares, lo que podría redefinir el equilibrio de poder en el hemisferio occidental.
Estados Unidos enfrenta un dilema: si no refuerza su compromiso con la región, China seguirá avanzando, consolidando su posición como un actor dominante en el Caribe y América Latina. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
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