En el año 2015 contendí por el distrito 12 de la alcaldía Cuauhtémoc, para mí el más bonito del país porque en él está el corazón de la Ciudad de México. El partido en el que estaba en aquel entonces obligaba a hacer una campaña de toque puerta a puerta, como lo hicieron todos y cada uno de los candidatos de Morena que jugaban su primera elección.
En ese momento no sabía en cuál comisión legislativa quería especializarme, pensé que era algo que tenían que definir las y los vecinos de la alcaldía a través de una serie de reuniones, asambleas y encuestas para conocer el sentir de la gente. En particular, ¿qué es lo que más les dolía? Los resultados fueron los siguientes:
1. Situación económica: gasto en transporte público.
2. Inseguridad: iluminación de las calles.
3. Acceso a la vivienda, hacinamiento y falta de certeza jurídica.
Si profundizamos en los tres temas y sus razones se podría concluir que los problemas confluían en la omisión de acciones para hacer ciudad:
- Movilidad: “gastar la mitad de lo que ganas en pasajes”.
- Espacio público: “obscuro y peligroso”.
- Vivienda: “vivir en donde hay trabajo”.
EL PODER DE LA POLÍTICA DE DESARROLLO URBANO
La ciudad, entonces gobernada por Mancera, era un lugar donde se privilegiaba el uso constante del automóvil y se veía todo como un negocio. Sin embargo, la política de desarrollo urbano y la construcción de ciudades tienen un poder tremendo para abatir desigualdades, por lo que había que generar las leyes que la direccionaran al mejor rumbo posible, definitivamente no por el que estábamos.
Fue entonces cuando decidí apasionarme por el tema de Desarrollo Urbano con especialización en Vivienda, y por supuesto con un toque de Patrimonio para atender el Centro Histórico (qué sería de esta ciudad sin su historia).
En las últimas legislaturas de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal fui presidenta de la Comisión de Vivienda, así como integrante de la Comisión de Desarrollo Urbano, y de la Comisión de Protección al Patrimonio. Asimismo, me desempeñé como vicepresidenta de la Comisión de Transparencia, así como secretaria de la Comisión de Igualdad, porque son causas en las que creo transversalmente.
Durante esa legislatura sacamos adelante una nueva Ley de Vivienda de la Ciudad de México con el consenso de todas las partes. Asimismo, incorporamos a la Ley de Desarrollo Urbano la posibilidad de sistematizar el proceso de trámites que desde entonces y hasta ahora es un proceso muy complicado que inhibe la inversión.
EN DEFENSA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
En el año 2017, después del sismo que sacudió a nuestra ciudad, me obsesioné con la reconstrucción y su defensa, pues el gobierno en turno y algunos legisladores vieron en la desgracia una oportunidad para seguir haciendo negocios y para no regresarle su patrimonio y hogar a los miles de familias que lo perdieron todo.
Por ello, en 2018 ya no solo se trataba de impulsar una agenda urbana para la ciudadanía, sino de lograr a toda costa arrebatarles el poder a los corruptos que gobernaban la Ciudad de México y a la alianza de PAN-PRD que se había configurado. Fue entonces que me sumé al proyecto honesto e íntegro de la doctora Claudia Sheinbaum.
Al ganar tuve el honor de acompañarla como su coordinadora de la Autoridad del Centro Histórico (ACM) para ayudarla a revitalizar ese pequeño corazón de ciudad —dentro de la ciudad— en el que pueden confluir hasta 2 millones de personas.
Cuando la doctora Claudia Sheinbaum inició su gestión, 98 por ciento de los inmuebles del Centro Histórico estaban vandalizados, la mitad de las luminarias permanecían apagadas, la actividad informal se encontraba desbordada y, a la par, las actividades comerciales y turísticas estaban degradadas.
En tanto, la delincuencia organizada se encontraba en su máxima expresión con registros de dos a cuatros homicidios a la semana de acuerdo con el seguimiento periodístico que elaboramos durante el proceso de transición, pues no había información gubernamental que nos permitiera hacer diagnósticos confiables.
VIENEN TIEMPOS ESPLÉNDIDOS PARA LA CIUDAD
Con la visión de ciudad integral de la doctora Sheinbaum, desde la ACH se dio seguimiento a las obras que permitieron revitalizar y regresar la dignidad a nuestro Centro Histórico, además de proveer los diferentes servicios que se requieren para garantizar su funcionamiento, y así fortalecer a su comunidad.
Hoy me siento orgullosa no solo por los resultados que encabezó la próxima presidenta en la capital de país, sino porque a través de Clara Brugada pudimos contribuir a recoger las opiniones de la ciudadanía durante la campaña a través de La Ciudad que Soñamos, un esfuerzo de comunicación con la ciudadanía.
Clara es una mujer apasionada de las ciudades, especialista en hacer comunidad, economista y feminista. Continuaremos la ruta para tener mejores espacios públicos, más y mejor transporte público estructurado y vivienda asequible en el centro de la ciudad. Asimismo, se desarrollarán las periferias y se generará un orgullo y sentido de pertenencia que fortalecerá la convivencia de la gente y de las personas con su entorno.
Clara Brugada fue constituyente y sabe de la oportunidad que tenemos a través de los instrumentos de planeación que están pendientes en el Congreso. Con Clara y la mancuerna que hará con nuestra futura presidenta vienen tiempos espléndidos y la garantía de un mejor futuro para la Ciudad que Soñamos. N
—∞—
Dunia Ludlow es defensora de las instituciones, la rendición de cuentas, las ciudades bien planeadas y la igualdad. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.