Tener más educación académica se ha relacionado durante mucho tiempo con una mejor salud individual. Pero esos beneficios también son contagiosos, dicen los coautores de un nuevo estudio de trabajo en la Universidad de Harvard.
“No es solo que las personas que tienen más años de educación estén en mejor estado de salud”, dijo David M. Cutler, profesor de Economía Aplicada. “Es que incluso las personas con menos años de educación, por ejemplo, las personas con solo un título de escuela secundaria, están en mejor estado de salud cuando viven cerca de personas que tienen más años de educación”.
El documento examina por qué las ciudades con más graduados universitarios ven tasas de mortalidad más bajas para los residentes en general. No se debe a la clasificación espacial, ni a la práctica de reubicarse para vivir en medio de aquellos con hábitos similares. Los investigadores tampoco encontraron una correlación particularmente fuerte con factores como el aire limpio, la baja delincuencia y la infraestructura de atención médica de alta calidad. En cambio, la mayor parte de la explicación implica tasas de tabaquismo, actividad física y obesidad.
El patrón tiene todo que ver con la cultura común de una comunidad, dijo el coautor Edward L. Glaeser, profesor de Economía. “El trabajo, por ejemplo, es una actividad social”, dijo.
EDUCACIÓN, SALUD, TABAQUISMO
El equipo analizó una variedad de fuentes de información, desde estadísticas de homicidios a nivel de condado hasta estimaciones regionales de la calidad del aire y una medida federal de la calidad del hospital, para ver si los diferenciales de mortalidad se deben a los servicios de la zona, en Estados Unidos.
“Estimamos que, como máximo, 17 por ciento de la externalidad del capital humano en la salud se debe a estos factores externos, impulsados en gran medida por un mayor uso de la atención preventiva”, escribieron los coautores.
En cambio, la mayor parte de la correlación entre el capital humano y la salud del área, al menos 60 por ciento, se explica por las diferencias en los comportamientos relacionados con la salud, encontraron los investigadores. Los datos de revelaron que cada aumento de 10 por ciento en la proporción de graduados universitarios en un área se asoció con una disminución anual de 7 por ciento en la mortalidad por todas las causas.
El documento profundizaba más en el tabaquismo, dada la gran cantidad de números históricos sobre la iniciación, el abandono del cigarrillo y las creencias. Los datos mostraron que en las ciudades donde la gente tiene más años de educación (la ciudad de Nueva York, Boston o Seattle, por ejemplo), es más probable que la gente piense que fumar es malo para las personas. N