Este microscopio, del tamaño de un bolígrafo, representa una nueva herramienta para eliminar los tumores malignos en el cerebro y al mismo tiempo proteger la materia cerebral sana, de tal suerte que se reduciría la posibilidad de daño neurológico.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Washington, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, la Universidad de Stanford y el Instituto Neurológico Barrow trabajan en el desarrollo de un microscopio miniatura que permitirá identificar qué zonas se deben o no extirpar en una cirugía cerebral.
“Ser capaz de hacer zoom y ver a nivel celular durante la cirugía realmente ayudaría a diferenciar con precisión entre el tumor y los tejidos normales y mejorar los resultados del paciente”, explicó el investigador Jonathan Liu para la revistaBiomedical Optics Express.
Para desarrollar este pequeño microscopio se están utilizando diversas tecnologías, con el fin de obtener imágenes de alta calidad y a una gran velocidad. Además, las imágenes se podrán captar hasta a medio milímetro por debajo de la superficie del tejido.
Los desarrolladores esperan que este dispositivo esté disponible para el próximo año y que se pueda utilizar en otros procedimientos que sean invasivos para el paciente.