Un dúo de científicos japoneses, especializados en agricultura, ciencias biológicas y otros temas de la naturaleza, ha propuesto una innovadora hipótesis para explicar por qué el color verde hace que nos sintamos bien.
Es bien sabido que el contacto con la naturaleza es muy beneficioso para la salud mental de las personas. Pero ahora, en un artículo publicado hace unos días en la revista de la British Ecological Society, los científicos describen lo que han dado en llamar la “hipótesis del verdor”, la cual apunta a que nuestra necesidad de espacios verdes tiene profundas raíces evolutivas.
Los autores del estudio sugieren que, en épocas de sequía, la ausencia de vegetación activa en nosotros una alerta de degradación ambiental, la cual puede desencadenar respuestas psicológicas negativas e, incluso, sentimientos de depresión.
Sin embargo, cuando la vegetación reaparece en la naturaleza, el color verde provoca una respuesta mental positiva que nos estimula a reanudar actividades como “la búsqueda de alimento”, escriben los investigadores.
“Esas respuestas psicofisiológicas debieron ser cruciales para la supervivencia durante las fluctuaciones ambientales que la humanidad ha experimentado en ambientes evolutivos adaptativos”, explican los autores”.
EL VERDE DE LA NATURALEZA ES MUY LIMITADO EN LAS URBES
“No obstante, la presencia de vegetación en las sociedades urbanas modernas es muy limitada, de modo que nuestra respuesta psicológica puede derivar en efectos negativos no adaptativos —como un aumento del estrés y la depresión— y esto, a su vez, ocasiona un desequilibrio entre nuestro pasado evolutivo y la evolución cultural contemporánea”, detallan en el resumen del artículo.
“Consideramos que esta hipótesis podría proporcionar información valiosa sobre la manera como respondemos, psicológicamente, al contacto con la naturaleza, lo que tendría implicaciones muy importantes para campos como el de la psiquiatría, la planificación urbana y la conservación de la biodiversidad”, añaden.
Los científicos formularon su hipótesis después de analizar los datos de investigaciones previas referentes a los efectos del verde de la naturaleza en las personas. Y, a partir de sus hallazgos, concluyeron que la pérdida constante de espacios verdes, sobre todo en ambientes urbanos, puede tener efectos muy graves para la salud y el bienestar humanos.
En su artículo, los científicos enfatizan que la restauración de los ambientes naturales en las zonas urbanas debiera tener prioridad para cualquier estrategia dirigida a combatir el “[problema de] salud psicológica tan preponderante en la sociedad contemporánea”.
Los autores confían en que la hipótesis que describen en su artículo proporcionará un marco para mejorar los esfuerzos de conservación y promover el verdor en las zonas urbanas. Y también instan a que la naturaleza y los espacios color verde se conviertan en prioridad de los programas para mejorar el bienestar de las personas.
EL VERDOR ES UNA SEÑAL DE OPTIMISMO
Por otra parte, la hipótesis del verdor sugiere que el ser humano experimenta satisfacción al disfrutar de la belleza de un lugar donde abunda la vegetación; sensación que, sin duda, sería mucho más intensa en quienes viven en ambientes urbanos carentes de naturaleza.
“La hipótesis que proponemos afirma que, gracias a que hemos desarrollado respuestas psicológicas —tanto negativas como positivas— ante la ausencia o presencia de vegetación en el paisaje, hemos aprendido a adaptarnos a los ciclos de riego y los episodios de sequía graves utilizando el verdor como una señal para optimizar nuestra respuesta conductual”, agrega el artículo.
“La hipótesis del verdor tiene el potencial de expandir la comprensión de la respuesta psicológica humana al contacto con la naturaleza, por lo que conlleva implicaciones importantes para los campos relacionados, incluidos el de la psiquiatría, la planificación urbana, la conservación y la restauración de la biodiversidad”.
Estudios como el aquí analizado serán cada vez más relevantes conforme aumente la frecuencia de los episodios de sequía a resultas del cambio climático. En ese sentido, en diciembre de 2023 la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés) divulgó un informe en el que advierte que, a medida que el cambio climático empeore, la sequía se convertirá en el “asesino silencioso” más importante del mundo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)