En Tijuana existe una organización llamada Partería y Medicinas Ancestrales, quienes se
han convertido en las salvaguardas de las mujeres migrantes que sufren de diversas
violencias durante su trayecto hasta llegar a esta ciudad.
Su labor es la de atender y acompañar a aquellas mujeres que sufren de abusos, asaltos
sexuales y violaciones que muchas veces las lleva a embarazos, enfermedades de
transmisión sexual, VIH e incluso perder sus gestaciones.
Ximena Rojas García, directora de esta organización, compartió a Nómadas que esta es
una situación que “desafortunadamente es algo que se repite de manera constante y a la
que están expuestas todas las mujeres que emigran”.
RUTA MIGRATORIA VIOLENTA PARA LAS MUJERES
“La ruta migratoria está llena de diferentes violencias y durante la migración muchas
mujeres o personas con capacidad de gestar sufren asalto sexual”, asegura Rojas García,
motivos por los cuales en 2016 es que decide fundar esta organización que igual atiende
a migrantes, refugiadas, deportadas y personas vulnerables.
Refirió que “cuando estas sobrevivientes llegan a Tijuana, nosotras hacemos sus estudios
de laboratorio, sus pruebas de embarazo y a veces salen positivas, a veces tienen
infecciones de prevención sexual y es muy difícil todo lo que viven durante la migración”.
Para la activista este trayecto “es muy complejo” porque refiere que, aunque las mujeres
hacen todo lo posible por estar protegidas y cuidarse con anticonceptivos, les es
complicado por la vulnerabilidad en la que se encuentran, ya que muchas de ellas hacen
sus trayectos solas o con sus hijos.
“Las sobrevivientes de estas violencias tratan de hacer lo mejor para estar protegidas;
llegan acá y a veces la noticia es que no tienen un embarazo, pero sí una enfermedad de
transmisión sexual o incluso VIH”, dijo.
Agregó que para ellas como acompañantes de estas mujeres “es muy difícil o devastador”
encontrarse con sus casos porque, muchas de ellas ya han vivido situaciones “muy
complejas” que las han llevado a salir de sus casas y todavía en el camino se enfrentan a
otras problemáticas, en las que muchas veces están involucradas las autoridades
migratorias y de seguridad pública.
“Están las que vienen de Michoacán y Guerrero, por ejemplo, que vienen por problemas
del narco, que incendiaron sus casas, que mataron a su familia y solo ellas pueden
escapar y todavía durante la migración se enfrentan a más situaciones de problemas y
violencias y son casos muy terribles”, apuntó.
LA VACUNA ‘ANTIMÉXICO’
Psyche Calderón, coordinadora de la Alianza para la Salud de las y los Refugiados, dijo a
Nómadas que debido a estas violencias que viven las mujeres migrantes en sus trayectos
es que recurren a un anticonceptivo al que le han denominado “la vacuna Anti-México”.
“Las mujeres migrantes que van a cruzar México de sur a Norte se ponen anticonceptivos
inyectables de tres meses que le llaman la vacuna ‘Anti-México’, porque saben que van a
ser abusadas. Hay estadísticas que dicen que una de cada tres mujeres adultas es
violada en La Bestia y es algo que se repite constantemente”, destacó.
Agregó que para las mujeres migrantes el tramo más difícil es México y por ello se corre
de voz en voz la recomendación de recurrir a este anticonceptivo, lo cual “es muy triste,
porque las mujeres salen de casa sabiendo que van a ser violadas en el camino y es otra
forma de violencia para ellas”.
Al respecto, Ximena Rojas agregó que cuando las reciben en Tijuana, para no
revictimizarlas ni retraumatizarlas no les preguntamos detalles sobre sus casos y, al
contrario, “les brindamos acompañamiento emocional y psicológico; además que
colaboramos con varias organizaciones para acompañamiento legal”.
Un aspecto importante que también realizan en partería es que dan acompañamiento
para quienes, incluso y pese al asalto sexual, quieren continuar su gestación y se
atienden los partos y los pospartos.
“Llevamos también el acompañamiento de los cuidados de los recién nacidos y
acompañamos a menores que tengan alguna situación de problemas de menstruación ya
que debido a tanto estrés por las situaciones en el camino muchas veces la menstruación
se detiene; lo que brindamos, pues, es arropamiento que tanto lo requieren luego de tanta
violencia de la que fueron víctimas”, concluyó. N