Una excavación arqueológica en el norte de Irak descubrió una escultura de más 2,700 años de antigüedad de una deidad asiria representada como un toro alado, que se encontró con el cuerpo intacto, aunque la cabeza fue robada hace décadas por saqueadores.
La cabeza fue robada por contrabandistas en la década de 1990 y fue encontrada hecha trizas, pero fue reconstruida por el Museo Nacional de Irak. “Nunca en mi vida había desenterrado algo tan grande”, relató Pascal Butterlin, el arqueólogo francés que dirigió una misión de expertos europeos e iraquíes.
LAS DIMENSIONES DEL TORO ALADO ENCONTRADO EN IRAK
La estatua tiene unas dimensiones impresionantes. Mide 3.8 por 3.9 metros, pesa 18 toneladas y está hecha de alabastro de yeso. Representa a una deidad conocida como lamasu que tiene cabeza humana, cuerpo de toro y alas.
Butterlin explicó que habitualmente solo en Egipto o en Camboya se encuentran piezas de este tamaño. “La atención al detalle es increíble”, destacó este profesor de arqueología de la Antigüedad de Oriente Medio de la Universidad París I Sorbona.
LOS LAMMASU
En la mitología mesopotámica, un lammasu, lamassu, lamasu, lamasus o shedu, es una divinidad protectora, un ser híbrido legendario. Además de benéficos y protectores para los que los poseyesen, estos toros androcéfalos alados infundían temor y respeto a los espíritus maléficos y a los enemigos. Existía una leyenda según la cual mataban a los que se aproximaban, excepto a los hombres puramente buenos.
En el arte, los lammasu eran representados como híbridos, toros o leones alados con la cabeza de un hombre. Estos grandes híbridos mesopotámicos pueden verse hoy día conservados en museos como el Museo Británico en Londres, Museo del Louvre de París, Museo Nacional de Irak en Bagdad, Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Museo de Pérgamo en Berlín y el Instituto Oriental de Chicago.
Al mirarlos de frente, parecen estar quietos y de lado dan la sensación de que caminan. Si se miran oblicuamente, aparecen representados como si tuviesen cinco patas. Además, son muy altos y ello era a propósito, de modo que parecieran poderosos.
En ese caso el lamassu se ha utilizado también como un símbolo de poder. El motivo de un animal alado con cabeza humana es común en Oriente Próximo. Por primera vez apareció en Ebla, alrededor del 3000 a. C. El primer motivo de un lammasu apareció en Asiria durante el reinado de Tiglatpileser. N