La mayor muestra de asteroide jamás recogida, y la primera por la NASA, aterrizó este domingo 24 de septiembre en el desierto estadounidense de Utah al cabo de un vertiginoso descenso a través de la atmósfera terrestre, siete años después del despegue de la sonda OSIRIS-REx.
Se trata de la “muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares” del programa Apolo, finalizado en 1972, dijo a la AFP la científica de la NASA Amy Simon antes del aterrizaje.
LA DIFÍCIL TAREA DE OBTENER UNA MUESTRA DE ASTEROIDE
“Después de años de anticipación y arduo trabajo por parte del equipo OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification and Security – Regolith Explorer) de la NASA, una cápsula de rocas y polvo recogido del asteroide Bennu finalmente está en la Tierra.
Aterrizó a las 8:52 horas, en un área específica del campo de pruebas y entrenamiento de Utah del Departamento de Defensa, cerca de Salt Lake City”, informó la NASA.
En una hora y media, la cápsula fue transportada en helicóptero a una sala limpia temporal establecida en un hangar en el campo de entrenamiento, donde ahora está conectada a un flujo continuo de nitrógeno.
Obtener la muestra bajo una “purga de nitrógeno”, como la llaman los científicos, fue una de las tareas más críticas del equipo de OSIRIS-REx en la actualidad, dijo la NASA.
El nitrógeno es un gas que no interactúa con la mayoría de los otros productos químicos, y un flujo continuo de él en el recipiente de la muestra dentro de la cápsula mantendrá fuera los contaminantes terrenales para dejar la muestra de asteroide pura para los análisis científicos.
Las muestras devueltas recogidas de Bennu ayudarán a los científicos de todo el mundo a hacer descubrimientos para comprender mejor la formación de planetas y el origen de los productos orgánicos y el agua que llevaron a la vida en la Tierra, así como a beneficiar a toda la humanidad al aprender más sobre asteroides potencialmente peligrosos.
LA MUESTRA DE BENNU PARA EL MUNDO
La NASA también indicó que “la muestra de Bennu, un estimado de 8,8 onzas, o 250 gramos, fue transportada en su bote sin abrir en un avión al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston este lunes 25 de septiembre. Los científicos de curación allí desmontarán el bote, extraerán y pesarán la muestra, crearán un inventario de las rocas y el polvo y, con el tiempo, distribuirán piezas de Bennu a los científicos de todo el mundo”.
“Hoy marca un hito extraordinario no solo para el equipo de OSIRIS-REx, sino para la ciencia en su conjunto”, dijo Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx en la Universidad de Arizona, Tucson. “La entrega exitosa de muestras de Bennu a la Tierra es un triunfo de ingenio colaborativo y un testimonio de lo que podemos lograr cuando nos unimos con un propósito común. Pero no lo olvidemos: aunque esto puede parecer el final de un capítulo increíble, en realidad es solo el comienzo de otro. Ahora tenemos una oportunidad sin precedentes de analizar estas muestras y profundizar en los secretos de nuestro sistema solar”. N