El hallazgo orilló al comisionado de Agricultura de Florida, Adam Putnam, a declarar una cuarentena en el área de 220 kilómetros cuadrados, territorio más extenso que las superficies combinadas de Manhattan y el Bronx. En este momento, los cultivos no pueden salir de la zona, de suerte que gran parte de la fruta se arruinará. Aunque algunos cultivos podrían embarcarse después de someterlos a radiaciones, dicho procedimiento es muy costoso.
La cuarentena entró en vigor hace dos semanas, justo cuando los productores se disponían a cosechar varios frutos, según información de NPR.
Salvador Fernández, productor y distribuidor de Redland, dijo a NPR que la cuarentena le obligará a abandonar en los árboles cerca de 20 millones de toneladas de pitahaya, así como otras 500,000 toneladas de mamey.
Putnam explicó que, después de alimentarse con las distintas variedades de frutas, la mosca “hace un orificio y deposita sus huevos, lo que ocasiona que el fruto adquiera una condición obviamente muy desagradable”.
Según The Miami Herald, Florida no tiene proyectado implementar aspersiones aéreas de insecticida. No obstante, funcionarios han solicitado autorización a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para usar el plaguicida malatión para fumigar manualmente los cultivos antes de cosechar, agregó el diario. El malatión se ha utilizado con anterioridad en California y otros estados para combatir invasiones de otras especies de moscas de la fruta.
Investigadores han detectado un total de 159 moscas en este brote. Si la cifra aumentara, podría contemplarse una campaña de aspersión aérea, señaló Putnam. Sin embargo, funcionarios esperan que la cuarentena pueda resolver el problema y si el nivel de insectos disminuye, la cuarentena concluirá en enero 18.
Con todo, muchos productores están preparándose para perder sus empleos y los agricultores no están satisfechos con la respuesta del estado, pues muchos insisten en recurrir a la aspersión aérea usando un químico llamado GF-120, aprobado para la agricultura orgánica. Por otra parte, el malatión no puede utilizarse en granjas orgánicas y de usarlo, los productores perderían su certificación “orgánica” durante tres años, apunta elHerald.
Fernández dijo a NPR que si las autoridades no erradican la mosca cuanto antes, “habrá serias consecuencias para esta industria del condado de Miami-Dade, valuada en 700 millones de dólares”.