A lo largo de varias semanas hemos leído la intensificación
de la crisis que viven los migrantes sirios, pero hay otro lado de la moneda, varios
ciudadanos tomaron la delantera a los gobiernos europeos a la hora de acoger a
migrantes.
Los gobiernos europeos hablan de “cargas” y
discuten el “reparto justo” de los migrantes que llegan a Grecia e
Italia. Pero hay muestras de ayuda ante tal situación.
En Islandia, por ejemplo, 11 000 personas se han ofrecido a
abrirles las puertas de sus casas a los inmigrantes. Y hay otros países con
iniciativas similares.
Lo de Islandia, sin embargo, es particularmente notable,
pues el gobierno de ese país de 331 000 habitantes originalmente anunció que
daría refugio a unos 50, informa la BBC.
Ante esto, la profesora Bryndis Bjorgvinsdottir creó un
grupo en la red social Facebook con una carta abierta en la que pedía a la
ministra de Asuntos Sociales y de Vivienda, Eygló Harðardóttir, acoger a más
refugiados.
Pero ahora el bloque del Este, quien se incorporó a la
comunidad a partir de 2004, acaba de volver a rechazar con firmeza el intento
de que los estados miembro aborden juntos el desafío.
En el texto explicaba que había creado la comunidad para
demostrar el apoyo popular a la acogida de migrantes, a quienes llama
“recursos humanos” con experiencia y habilidades que podrían ayudar a
todos los islandeses.
Lea también: ¿Y si se abren de par en par las fronteras a la
inmigración?
“Son nuestras futuras esposas, mejores amigos, la
siguiente alma gemela, el baterista para la banda de nuestros hijos, el próximo
colega, Miss Islandia 2022, el carpintero que finalmente terminará el baño, el
cocinero de la cafetería, el bombero o el presentador de televisión”,
escribió.
Y más de 11 000 personas se unieron al grupo de Facebook,
ofreciendo abrir sus casas a inmigrantes llegados de Siria.
“Soy una madre soltera con un hijo de seis años…
podemos acoger a un niño necesitado”, escribió en él Hekla Stefansdottir,
de acuerdo a una traducción de la agencia de noticias AFP.
“Soy profesora y podría enseñar al niño a hablar, leer
y escribir en islandés y a amoldarse a la sociedad islandesa. Tenemos ropa, una
cama, juguetes y todo lo que un niño necesita”, añadió.
En Islandia 11 000 personas se ofrecieron a acoger en su
casa a refugiados.
“Quiero ayudar a una familia desplazada a que tenga la
opción de vivir una vida sin preocupaciones como la mía”, escribió otro.
“Como familia queremos proveer a los refugiados de alojamiento temporal
cerca de Egilsstaðir (este de Islandia), ropa y otro tipo de asistencia”.
Ante la masiva respuesta, el primer ministro de Islandia,
Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, anunció la formación de una comisión para
reevaluar el número de solicitantes de asilo que el país debería aceptar.
Asimismo, la ministra de Asuntos Sociales y de Vivienda dijo
en la televisión estatal, RUV, que las autoridades están leyendo las ofertas de
Facebook y que podrían considerar aumentar la cuota.
Cuotas y
“cargas”
Quien más presiona en Europa para que los estados miembros
acepten un sistema de cuotas es la canciller alemana, Angela Merkel.
Alemania, junto con Francia, presentará el 14 de septiembre
una propuesta para hacer frente a una crisis migratoria sin precedentes.
“Europa en su conjunto debe moverse”, dijo la
canciller el lunes, en conferencia de prensa.
La canciller alemana Angela Merkel insiste en que la
responsabilidad es compartida y deben acordarse cuotas.
Subrayó que es “imprescindible repartir cargas” y
añadió que, si la UE fracasa en su intento de dar respuesta a la oleada de
migrantes, los 28 corren el riesgo de “romper el vínculo” que une a
Europa con los “derechos humanos universales”, un elemento
fundacional y fundamental del bloque.
La propuesta franco-alemana pretende volver a poner sobre la
mesa la redistribución entre los 28 estados miembro de 40 000 refugiados
llegados a Grecia e Italia que la Comisión Europea propuso en mayo.
En julio los estados aceptaron acoger a 32 500, en medio de
fuertes críticas de España y los países del Este.
La propuesta es hacer el reparto con base en cuatro
criterios con diferente peso en el cómputo: el Producto Interior Bruto (40 por
ciento), la población (40 por ciento), la tasa de desempleo (10 por ciento) y
el esfuerzo previo de acogida realizado por el país.
Así, a Alemania le correspondería el mayor porcentaje (21,91
por ciento), seguido de Francia (16,88 por ciento), España (10,72 por ciento),
Polonia (6,65 por ciento) y Holanda (5,12 por ciento).
Pero ahora el bloque del Este, que se incorporó a la unión a
partir de 2004, acaba de volver a rechazar con firmeza el intento de abordar el
desafío de manera conjunta.
“Nos oponemos firmemente a cualquier tipo de cuotas. Si
se adopta un mecanismo de redistribución automática de migrantes, nos
despertaremos un día con 100 000 personas del mundo árabe. Es un problema que
no me gustaría que Eslovaquia tuviera”, dijo el lunes el primer ministro
eslovaco, el socialdemócrata Robert Fico.
Y en su oposición a las cuotas lo apoyan Polonia, República
Checa y Hungría.
Éste último incluso ha construido una valla de 175
kilómetros de largo y 4 metros de alto en su frontera con Serbia para frenar a
los migrantes.
Con estas actitudes contrastan varias iniciativas ciudadanas
como la de Islandia, unas propuestas que no hablan ni de “cuotas” ni
de “cargas”.
El “Airbnb de
los refugiados”
En una iniciativa similar, la escritora Sue Hubbard,
establecida en Londres, colgó una petición en el portal Change.org en la que
llamaba a Reino Unido a ser un “santuario inmediato para los que huyen de
la guerra”.
En dos días la firmaron 65 000 personas.
Y otra solicitud, que pide al gobierno británico proveer de
atención sanitaria a los migrantes en Calais, Francia, está a punto de alcanzar
las 75 000 firmas.
Pero donde ya pasaron a la acción es en Alemania.
A pesar de las protestas en Freital y otras localidades del
este del país, en los que varios ciudadanos reclamaron que no quieren
migrantes, durante el fin de semana comenzaron a circular por las redes
sociales imágenes de hinchas de fútbol en las gradas, sosteniendo pancartas con
el lema “bienvenidos refugiados” durante varios partidos.
Mientras, una iniciativa llamada Refugees Welcome
(Bienvenidos, refugiados) comenzó a unir a migrantes con los alemanes que les
quieren abrir las puertas de sus casas.
La misma ha sido descrita como el “Airbnb para
refugiados”, en referencia a la plataforma que permite alquilar
directamente a interesados habitaciones o casas.
Más de 780 ciudadanos se inscribieron en su página de
internet y 26 personas fueron ya ubicadas en casas privadas.
Más de 780 ciudadanos se inscribieron en su página de
internet y 26 personas fueron ya ubicadas en casas privadas en Alemania.
Las ofertas llegaron de empleados de relaciones públicas,
carpinteros, estudiantes… de entre 21 y 65 años.
La mayoría de quienes se ofrecieron a compartir su casa con
refugiados ya viven con compañeros de piso, pero también hay matrimonios o
madres solteras, según un vocero del proyecto.
Dos de sus fundadores, Jonas Kakoschke, de 31 años, y
Mareike Geiling, de 28, viven con Bakari, un inmigrante de Mali de 39 años, a
quien están enseñando alemán mientras espera su permiso de trabajo.
Asimismo, el diputado alemán Martin Patzeltz, del partido
CDU de la canciller Angela Merkel, albergó temporalmente a dos ciudadanos
eritreos en su casa de Brandenburgo.
Y así, varios ciudadanos se adelantaron a cualquier acuerdo
posible de Europa, aportando su grano de arena a la solución la mayor crisis
migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero donde ya pasaron
a la acción es en Alemania.
A pesar de las protestas en Freital y otras localidades del
este del país, en los que varios ciudadanos reclamaron que no quieren
migrantes, durante el fin de semana comenzaron a circular por las redes
sociales imágenes de hinchas de fútbol en las gradas, sosteniendo pancartas con
el lema “bienvenidos refugiados” durante varios partidos.
Y aunque los mensajes fueron compartidos más de 9000 veces
en 24 horas y se consideraron imágenes recientes, la mayoría corresponden a
partidos disputados en 2013 y 2014.
Mientras, una iniciativa llamada Refugees Welcome
(Bienvenidos, refugiados) comenzó a unir a migrantes con los alemanes que les
quieren abrir las puertas de sus casas.
La misma ha sido descrita como el “Airbnb para
refugiados”, en referencia a la plataforma que permite alquilar
directamente a interesados habitaciones o casas.
Más de 780 ciudadanos se inscribieron en su página de
internet y 26 personas fueron ya ubicadas en casas privadas en Alemania.
Las ofertas llegaron de empleados de relaciones públicas,
carpinteros, estudiantes… de entre 21 y 65 años.
La mayoría de quienes se ofrecieron a compartir su casa con
refugiados ya viven con compañeros de piso, pero también hay matrimonios o
madres solteras, según un vocero del proyecto.
Dos de sus fundadores, Jonas Kakoschke, de 31 años, y
Mareike Geiling, de 28, viven con Bakari, un inmigrante de Mali de 39 años, a
quien están enseñando alemán mientras espera su permiso de trabajo.
Asimismo, el diputado alemán Martin Patzeltz, del partido
CDU de la canciller Angela Merkel, albergó temporalmente a dos ciudadanos
eritreos en su casa de Brandenburgo.
Y así, varios ciudadanos se adelantaron a cualquier acuerdo
posible de Europa, aportando su grano de arena a la solución la mayor crisis
migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.
(Con información de la BBC)