Por Diego Deleersnyder. En las últimas décadas, la comunidad latina se ha transformado en uno de los motores del dinamismo económico y social de los Estados Unidos. Con más de 62 millones de personas, los latinos representan casi 1 de cada 5 habitantes de los Estados Unidos, según datos del censo 2020. En California y Texas, dos estados clave por su peso económico y electoral, esta proporción sube al 40% de la población, aproximadamente.
LA ECONOMÍA DIGITAL EN LOS ESTADOS UNIDOS: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA LA COMUNIDAD LATINA.
Por Diego Deleersnyder
En las últimas décadas, la comunidad latina se ha transformado en uno de los motores del dinamismo económico y social de los Estados Unidos.
Con más de 62 millones de personas, los latinos representan casi 1 de cada 5 habitantes de los Estados Unidos, según datos del censo 2020. En California y Texas, dos estados clave por su peso económico y electoral, esta proporción sube al 40% de la población, aproximadamente.
La cantidad de empresas creadas por latinos creció un 44% en los últimos 10 años, lo cual contrasta significativamente con una tasa de crecimiento de apenas el 4% en el número de empresas creadas por el resto de la población estadounidense en el mismo periodo. Este dinamismo en el sector empresarial también se observa en la fuerza de trabajo: según estimaciones del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, los latinos representarán el 78% de los trabajadores que se incorporarán al mercado laboral entre 2020 y 2030.
No obstante, este impulso se vio interrumpido por la pandemia de COVID-19, que impactó duramente a la comunidad latina. Junto a la población afroamericana y la indígena, los latinos superaron ampliamente las tasas promedio de infecciones, hospitalizaciones y muertes por el coronavirus a nivel nacional. Al estar sobrerrepresentados en trabajos esenciales y de primera línea, para los cuales resultaba indispensable la presencialidad, estuvieron más expuestos al riesgo de contagio que aquellos trabajadores que pudieron adaptar sus tareas al modelo de teletrabajo. Además, las pequeñas empresas latinas fueron más susceptibles a cierres, ya sea de forma temporaria o permanente, durante la crisis sanitaria.
La pandemia también puso de relieve las inequidades en el acceso a oportunidades digitales. La insuficiente disponibilidad, asequibilidad y estabilidad del servicio de internet de alta velocidad constituyó un obstáculo para cientos de miles de hogares latinos en todo el país. Otros desafíos consistieron en la falta de dispositivos digitales para todos los miembros de la familia y un insuficiente desarrollo de las habilidades digitales requeridas para el uso de estas tecnologías. En 2018, previo a la pandemia, la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense ya había identificado brechas de casi el 10% en el acceso a dispositivos digitales para hogares identificados como latinos, por debajo del promedio nacional. A su vez, un reporte de 2020 de la National Skills Coalition identificó que el 57% de los latinos de 16 a 64 años contaban con bajas o nulas habilidades digitales (contrastando con el 31% promedio a nivel nacional). Los hogares latinos, con éstos y otros desafíos vinculados al acceso digital, vieron severamente limitadas sus oportunidades en el ámbito educativo, laboral y de salud.
En el sector empresarial, aquellos negocios que no tenían presencia en plataformas de comercio electrónico, o carecían de una página web o de una estrategia de marketing digital se encontraron en situación de gran desventaja, cuando las autoridades introdujeron cuarentenas que forzaron al cierre temporal de sus locales comerciales. En industrias como la de los supermercados, la pandemia aceleró cambios que ya se venían dando con anterioridad, como la posibilidad de realizar pedidos en línea o el remplazo de empleados por cajas registradoras inteligentes, con profundas implicanciones para sus trabajadores.
Según un reporte de 2019 del McKinsey Global Institute, la población latina adulta representa el grupo demográfico de los Estados Unidos con mayor riesgo de perder puestos de trabajo, como consecuencia de la automatización y digitalización de la economía, con una tasa de desplazamiento potencial laboral del 25,5%. Esta situación de mayor vulnerabilidad se explica por diversos factores, entre los que se encuentran los menores niveles promedio de acceso a la educación universitaria y la mayor concentración de trabajadores latinos en actividades más susceptibles de ser impactadas por la transformación tecnológica, tales como el comercio, la agricultura, la industria manufacturera, el sector gastronómico o la construcción. Dadas las circunstancias, resulta urgente incrementar la inversión en estrategias de inclusión digital para la comunidad latina, de modo que los trabajadores y pequeños empresarios latinos estén preparados para las exigencias de la nueva economía.
No se puede hablar de verdadera equidad en la economía digital de los Estados Unidos sin considerar la inclusión en la industria tecnológica.
La representación de diversas poblaciones en este sector estratégico de la economía es indispensable para asegurar que los nuevos desarrollos tecnológicos, que impactan todos los ámbitos del mundo moderno, estén alineados con las necesidades y las realidades de los distintos segmentos de la sociedad. En la industria existen múltiples ejemplos de programas y aplicaciones que han replicado los prejuicios o sesgos de quienes los programaron, implicando consecuencias negativas para múltiples grupos subrepresentados. Los denominados “sesgos algorítmicos” en la jerga de la industria pueden ser minimizados cuando los equipos técnicos a cargo de desarrollar los productos cuentan con la visión y la perspectiva de quienes harán uso o serán impactados por la nueva tecnología.
Sin embargo, es una realidad que la comunidad latina, al igual que la afroamericana, se encuentra profundamente subrepresentada en la industria tecnológica estadounidense. Un reporte reciente del Programa Latinos y Sociedad, del Aspen Institute junto a Kapor Center, identificó que a pesar de representar el 18% del total de la fuerza laboral de los Estados Unidos, el talento latino representa apenas el 7% de los trabajadores del sector tecnológico. La subrepresentación es aún más notoria en los rangos de mayor jerarquía: los latinos ocupan solo 4% de las posiciones de liderazgo, y constituyen apenas un 2% de los miembros de directorios de empresas tecnológicas. La falta de representación es también un problema en los círculos emprendedores del sector, con apenas un 2% de los fundadores de compañías emergentes tecnológicas identificándose como latinos y solo un 2% de los profesionales de inversión en capital de riesgo.
Latino Digital Success, un camino hacia la igualdad en la nueva economía digital.
En este contexto, mejorar el acceso a oportunidades digitales para la comunidad latina en Estados Unidos, tanto en el sector tecnológico como en actividades tradicionales como el comercio o la construcción, representa un imperativo de suma urgencia por sus consecuencias para la equidad y la justicia social, pero también para la resiliencia y competitividad de la economía estadounidense. Es por ello que el Programa Latinos y Sociedad, del Aspen Institute, lanzó la iniciativa Latino Digital Success (Éxito Digital Latino) con el objetivo de mejorar la disponibilidad de información sobre el impacto de la digitalización de la economía en comunidades latinas alrededor de los Estados Unidos e identificar prácticas prometedoras en el acceso a oportunidades digitales. También busca concientizar a líderes comunitarios y representantes del sector público, corporativo y filantrópico sobre la importancia de invertir en soluciones e iniciativas que nivelen las oportunidades para los trabajadores, emprendedores y estudiantes latinos en la economía digital.
Con el reciente lanzamiento de programas federales que financian el desarrollo de infraestructura de banda ancha, y la capacitación de la fuerza laboral en nuevas tecnologías y habilidades, han surgido oportunidades inéditas para la comunidad latina y otros sectores de la sociedad estadounidense que han sido históricamente desatendidos. Sin embargo, será clave trabajar con las distintas organizaciones del nivel local para asegurar que el financiamiento adicional y los nuevos programas por implementarse estén en línea con las necesidades y aspiraciones de cada comunidad. Instituciones como las cámaras latinas de comercio, los colegios comunitarios, las instituciones financieras para el desarrollo comunitario o las organizaciones sin fines de lucro son aliados indispensables en este proceso. En diálogo permanente con el sector privado y los distintos niveles de gobierno, estas coaliciones de representantes de la comunidad están llamadas a cumplir un rol central para asegurar un futuro de prosperidad e igualdad de oportunidades en la nueva economía digital.
Diego Deleersnyder es Subdirector de Investigación y Políticas del programa Latinos y Sociedad, del Aspen Institute, una organización no gubernamental en los Estados Unidos, donde trabaja para el mejoramiento de la inclusión digital en la comunidad latina.