A pesar de la intención declarada por la conservadora británica Liz Truss de seguir siendo primera ministra del Reino Unido, muchos miembros de su partido consideran que su situación es insostenible y quieren que se vaya. Los mercados financieros británicos se han visto sacudidos por un gran nerviosismo y volatilidad desde que el 23 de septiembre Truss presentó su controvertido paquete de medidas económicas.
La ministra se enfrenta a “la ignominia” de convertirse en la jefa de gobierno que menos tiempo ha estado en el cargo en la historia moderna del Reino Unido, a menos que los diputados de su Partido Conservador le den un respiro. Además, Truss fue duramente criticada el lunes 17 de octubre por enviar a su ministra de Relaciones Parlamentarias, Penny Mordaunt, a responder preguntas de la oposición tras la humillante aniquilación de su “plan de crecimiento”.
“¿Dónde está la primera ministra? Se esconde, evita las preguntas, aterrorizada por su propia sombra”, acusó el líder laborista Keir Starmer.
Por lo anterior, estos son los nombres que circulan para sustituirla.
RISHI SUNAK
Al exministro de Finanzas lo derrotó Truss en la fase final del proceso de elección de un nuevo líder conservador a principios de septiembre. Decidido por las bases del partido, pero era el candidato preferido de los diputados.
Este multimillonario exbanquero de 42 años es una figura tranquilizadora que defiende la ortodoxia fiscal. Durante su campaña en agosto, advirtió en repetidas ocasiones que los recortes fiscales sin financiación empeorarían la inflación hasta su nivel más alto en décadas y socavarían la confianza de los mercados.
Los hechos le han dado la razón. Sin embargo, tiene un importante argumento en su contra: muchos diputados leales a Boris Johnson lo ven como el traidor cuya dimisión en julio precipitó la caída del carismático y controvertido primer ministro.
JEREMY HUNT
El nuevo ministro de Finanzas parece llevar ahora las riendas del poder, para reparar los errores de una primera ministra cada vez más debilitada. Fue él quien anunció el lunes 17 de octubre la espectacular supresión de casi todas las medidas fiscales del gobierno de Truss, que habían provocado el pánico en los mercados.
Este poco carismático pero muy experimentado exministro de Relaciones Exteriores y de Salud, de 55 años, aseguró recientemente a la BBC que tras dos intentos fallidos de convertirse en líder del partido y jefe de gobierno, en 2019 y el pasado julio, no desea participar de nuevo en la carrera.
PENNY MORDAUNT
La ministra encargada de las relaciones con el Parlamento, que también compitó en julio con Truss para suceder a Boris Johnson, era la favorita de las bases conservadoras en dicha elección, pero fue descartada en el últimó momento por los diputados.
Esta carismática exministra de Defensa, de 49 años, se lució el lunes cuando apareció en el Parlamento en sustitución de Truss para responder a la oposición, defendiendo con aplomo el giro en la política económica del gobierno.
Recientemente surgió la hipótesis de una candidatura Mordaunt-Sunak y el diario The Times mencionaba el martes conversaciones no confirmadas en ese sentido.
BORIS JOHNSON PARA SUSTITUIR A LIZ TRUSS
Es un escenario que ha estado circulando en la prensa conservadora desde hace meses: como un ave fénix, el controvertido Johnson haría su regreso, imponiéndose como una opción obvia.
Su aplastante triunfo electoral de 2019 dio a los conservadores una mayoría que no veían desde Margaret Thatcher en la década de 1980. Pero el héroe del Brexit tiene grandes obstáculos que superar: su dimisión forzada en julio a raíz de una multiplicación de escándalos, entre ellos el de las fiestas en Downing Street contra las normas anticovid, sigue fresca y le atribuye cierta responsabilidad en la actual debacle conservadora.
Además, está por ver si Johnson, embarcado ahora a sus 58 años en una lucrativa carrera de conferenciante por todo el mundo, estaría dispuesto a asumir de nuevo el liderazgo de la formación dos años antes de unas legislativas en que las encuestas prometen una victoria aplastante de la oposición laborista. N