En 2021 se registró un récord de 59,1 millones de personas víctimas de desplazamiento interno dentro de sus países de origen, cuatro millones más que en 2020, señaló este jueves la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La cifra fue presentada en el Informe Global sobre Desplazamiento Interno, un estudio elaborado por el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, socio de la OIM.
Según ese análisis, los desplazados viven en 141 países y territorios. Durante los últimos 15 años han sido principalmente los desastres los que provocaron su desplazamiento, superando de manera importante los desarraigos relacionados con los conflictos y la violencia.
El año pasado siguió la tendencia con 23,7 millones de desplazados por eventos relacionados con el clima —como inundaciones, tormentas y ciclones—, sobre todo en Asia.
La OIM advirtió que los impactos esperados del cambio climático y la falta de una acción climática ambiciosa aumentarían los desplazamientos en los próximos años.
DESPLAZAMIENTO, CONFLICTOS Y VIOLENCIA
Los conflictos y la violencia, los otros dos grandes detonadores de los desplazamientos masivos, desarraigaron a 14,4 millones de individuos en 2021. Casi un 50 por ciento más que en el año precedente.
La mayor parte de los desplazamientos por estos motivos ocurrió en África, especialmente en Etiopía y República Democrática del Congo. Afganistán y Myanmar, por su parte, experimentaron desplazamientos de población sin precedentes.
En el continente americano, los desastres generaron 1,7 millones de desplazamientos. Más de la mitad de ellos se debieron a tormentas e inundaciones. Aunque también respondieron a incendios forestales y peligros geofísicos.
Con respecto a los desencadenados por los conflictos y la violencia, el informe da cuenta de 381.000 desplazamientos, sobre todo en Colombia y América Central.
Brasil, Colombia y Haití, en ese orden, fueron los países de América Latina con mayores desplazamientos de población.
NIÑOS Y JÓVENES DESPLAZADOS
El estudio aclara que los números recopilados podrían ser imprecisos ya que muchos países del continente no tienen un sistema eficiente de compilación de datos.
Pese a estas falencias, la OIM se refirió al informe como una herramienta valiosa para los trabajadores humanitarios y los gobiernos, sobre todo cuando se trata de asistir a las comunidades afectadas por desastres y otras crisis.
“Para garantizar que la asistencia humanitaria y los servicios esenciales lleguen a las personas donde más se necesiten es de crucial importancia comprender, gestionar y adaptarse a las tendencias de la movilidad humana”, afirmó la Organización.
En su más reciente edición, el estudio se enfoca particularmente en los niños y jóvenes desplazados, que representaron más del 40 por ciento del total de los desarraigos en 2021.
El informe indica que “el problema afecta a ese grupo de población de forma particularmente aguda en África subsahariana y Asia oriental y el Pacífico”. Además, añade, que los acontecimientos y crisis emergentes en países como Afganistán, Yemen y más recientemente Ucrania, podrían cambiar el patrón. N
Con información de ONU