Organizaciones de España y México dedicadas a la defensa de los derechos de las personas migrantes denunciaron este jueves la discriminación de los gobiernos de todo el mundo hacia los menores migrantes, ya que “priorizan el control de fronteras y de los flujos migratorios a los derechos de estos niños”, señala el documento.
El Servicio Jesuita a Migrantes España, el Servicio Jesuita a Migrantes México, la Red Mexicana de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes, Alboan y Entreculturas lanzaron el informe “La desprotección de la infancia no acompañada en frontera: España y México, una misma realidad” donde abordan la situación de los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados en ambas fronteras.
En esta publicación se encuentran testimonios de la infancia migrante no acompañada y del personal de las entidades que los acompaña durante su camino para aterrizar en la realidad del día a día y recoger los obstáculos, vulneraciones y peligros que sufren.
En el documento las organizaciones denuncian que el número de menores que migran solos “no ha dejado de incrementarse año tras año en todo el mundo” y que, a pesar de que sus derechos están amparados por diferentes leyes, los estados de destino los “estigmatizan, controlan y vigilan por su condición administrativa irregular”.
Lee: Niños y niñas no acompañados, la nueva variable de la migración
“Son tratados como extranjeros indocumentados en vez de como niños, niñas y adolescentes sujetos de derechos conforme al Derecho Internacional”, apunta.
Durante una conferencia de prensa, el director del Servicio Jesuita de Migrantes (SJM) en México, Luis Arturo Macías, informó que las principales situaciones discriminatorias y dolorosas a las que se enfrentan estos menores son consecuencia de la ausencia de políticas migratorias con perspectiva de infancia y de género.
Las organizaciones también enfatizan en los procedimientos de determinación de la edad. En concreto, piden que garanticen el interés superior del menor, que se realicen de forma “amigable”, con acompañamiento en su lengua, y que “no se basen únicamente en criterios físicos”. “Han demostrado no ser suficientes”.
Pidieron también mejoras en las condiciones de las diferentes dependencias gubernamentales que atienden a la infancia migrante, así como eliminar la práctica de separar a los niños de sus familias y a acelerar en los países de destino las pruebas de determinación de parentesco por ADN.
La estimación mundial más reciente del número total de niños, niñas y adolescentes migrantes se sitúa en torno a los 31 millones, siendo aproximadamente en el mundo uno de cada ocho migrantes menores de 18 años, predominando la migración regular el modo de movilidad siendo entre ellos y ellas. N
Con información de Europa Press