UNA NUEVA vacuna vía intranasal contra el covid-19 ya se visualiza como un método prometedor, aunque aún por confirmar entre los humanos.
Durante el último año, el equipo de investigación BioMAP de la UMR INRAE-Universidad de Enfermedades Infecciosas y Salud Pública de Tours, Francia, está comprometido y ha acelerado el desarrollo de una vacuna nasal contra el virus SARS-CoV-2, cuyo objetivo es diseñar una vacuna candidata basada en proteínas virales administradas nasalmente.
“Las pruebas de laboratorio preclínicas demuestran la efectividad de la vacuna candidata después de dos vacunas nasales espaciadas con tres semanas de diferencia, tanto en términos de respuesta inmune como de neutralización temprana del virus original y sus variantes, bloqueando cualquier riesgo de contaminación por un individuo vacunado.
“Estos resultados muy positivos permitirán que la fase de desarrollo y producción de los lotes de vacunas comience en el otoño de 2021 con vistas a una transición a la fase clínica en 2022, para su comercialización en 2023”, se informa un comunicado.
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A diferencia de las vacunas intramusculares, solo las vacunas nasales podrían evitar la presencia de virus en la nariz, la etapa inicial de la infección. Además, inducen inmunidad en las membranas mucosas nasales, la puerta de entrada y el lugar de multiplicación del virus.
La vacuna candidata desarrollada por el equipo de BioMAP1 sería la octava vacuna nasal en preparación en el mundo y la única vacuna proteica francesa.
Esta vacuna se probó in vivo en ensayos preclínicos en un modelo de ratón. Dos administraciones nasales, espaciadas con tres semanas de diferencia, inducen una fuerte respuesta inmune humoral, incluyendo membrana mucosa, neutralizante (IgA2) e inmunoglobulinas poliespecíficas, es decir, efectivas en las diferentes variantes de Sars-CoV-2 – y celulares, en las cavidades nasales y los pulmones.
La efectividad protectora de esta vacuna también se probó en términos de supervivencia y falta de signos clínicos: después de la vacunación y la infección, “el 100 por ciento de los individuos sobrevivieron, y no se observaron signos clínicos (dificultad respiratoria, pérdida de peso…), a diferencia del grupo no vacunado e infectado”.
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Además, la vacuna candidata se probó en términos de contagio en el modelo de hámster sirio, que restaura la fisiopatología humana del covid-19, “y los resultados son claros: los animales vacunados e infectados no muestran carga viral pulmonar y nasal detectable, a diferencia de los animales infectados no vacunados con altas cantidades de ARN viral en los pulmones y el cavidad nasal Estos resultados, que son muy predictivos de la efectividad de una vacuna en humanos, llevan a la conclusión de que el contagio entre individuos está completamente derogado”.
Técnicamente, la vacuna se administrará utilizando un pequeño adaptador colocado al final de una jeringa sin aguja que permitirá una difusión ideal dentro de la cavidad nasal. Actualmente, se está evaluando un dispositivo de pulverización adaptado a esta vacuna y a los humanos en colaboración con el grupo Recipharm/Resyca. No invasivo y que requiere poca logística, este simple sistema de vacunación permitiría difundir el sistema de vacunación más ampliamente en Europa y más allá.
Por lo tanto, esta vacuna estaría dirigida a poblaciones no vacunadas para protegerse contra formas graves y moderadas de covid-19 y también serviría como refuerzo de la vacuna para la población ya vacunada para prevenir la transmisión de la enfermedad. N