Surgió
como un audaz jugador para
diferenciarse del Partido Popular y del PSOE en el ruedo político español.
Nació en medio de una crisis del sistema de partidos que se hizo evidente en
las movilizaciones de los “Indignados” del 15 de Mayo de 2011.
Podemos podría dinamitar mañana, en las elecciones autonómicas y
municipales, el tablero político español, liderando así el tan anhelado cambio
político presagiado por las encuestas electorales.
Dicen quienes lo conocen que Pablo Iglesias es “puntilloso, trabajador y
meticuloso y que roza la obsesión cuando analiza su desempeño político o su
labor académica”. Confiesan también sus allegados que “la vida política
incrementa su ego, pero pesan más sus profundas convicciones ideológicas para
asumir la responsabilidad de llegar a la presidencia del gobierno que el
reconocimiento de la gente”.
Fanático del cine y de las motos, le gustaría ser como Yanis Varoufakis.
Y no por el carisma del ministro griego, sino por la habilidad de éste al
conducir una moto de 1300 cc. Orgulloso habitante de Puente de Vallecas (zona
obrera de la capital española), desearía saber más de fútbol, pero solo para
buscar metáforas y explicar mejor su mensaje político.
Es un líder en el sentido apuntado por el sociólogo Max Weber: cuenta con mucho
respaldo social de la gente. Este domingo 24 de mayo se medirá en las
elecciones autonómicas y municipales y se anticipa modificará el mapa político
español en las comunidades autónomas de Madrid, Valencia, Asturias y Aragón,
así como en los municipios de Madrid y Barcelona. Y donde lo más simbólico que
la izquierda podría ganar sería la alcaldía de Madrid, feudo desde 1991 del
derechista Partido Popular.
La necesidad de
un cambio político
Llamado así en honor al fundador del socialismo español,
Pablo Iglesias Turrión nació hace 36 años en Madrid. De amplia formación
política, en enero de 2014 presentaba el movimiento Podemos con la clara
intención de presentarse a las elecciones europeas de ese año. Fue el candidato
más votado en las primeras abiertas. Hoy es el primer secretario general de
esta fuerza, convertida en partido desde el pasado abril al haber constituido
todos sus consejos ciudadanos. Más allá de la cabeza visible de Iglesias, Podemos no se sustenta en una sola persona sino en muchas.
Podemos es síntoma de la necesidad de un cambio
político y, a la vez, la apuesta o el instrumento que va construyendo la
ciudadanía para operar ese cambio necesario. En la dirección le acompañan Íñigo Errejón, Carolina
Bescansa y Luis Alegre, entre otros. Hace un mes, Juan
Carlos Monedero,
quien fue el secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos, dejó la dirección, aunque no el
proyecto. Este proyecto que logró constituirse en un actor político muy
distinto al resto de los que integran el sistema de partidos en España.
“Algo que no ha surgido aún en México ni siquiera
con el nacimiento del Movimiento Regeneración Nacional, Morena (liderado por el
izquierdista, Andrés Manuel López Obrador)”, comparte Daniel Vázquez Valencia, profesor
investigador de la Flacso-México, para quien Morena no ha logrado construirse como una opción distinta a los partidos
que actualmente integran el sistema de partidos ysu
principal líder claramente es identificado como “más de lo mismo”,
independientemente de las semejanzas o diferencias programáticas que tenga.
Y es que López Obrador ha sufrido un desgaste incluso
dentro de su propio partido. Un desgaste que se arrastra desde las elecciones
de 2006. Por lo que no ha logrado conjuntar el respaldo social que hoy por hoy
tiene Iglesias. Bajo
estas premisas, los partidos de AMLO y de Iglesias no pueden situarse de ningún
modo como sinónimos. Además, según Vázquez Valencia, entre México y España
existen dos diferencias relevantes que dificultan, aunque no lo imposibilitan,
que el ejemplo español se replique en México: “mayor control en la libertad de expresión en los
medios de comunicación y mayor
control a nivel local en los procesos de formación del voto”.
Podemos, por el contrario, ha sabido colarse en el
hasta entonces impenetrable espacio comunicativo de los mass media españoles para difundir su discurso y propuestas. En
ello Iglesias ha demostrado una maestría y eficacia indiscutibles. No ocurre
así en México ya que Morena no ha podido gozar de esa ventana masiva en la
misma forma.
Distintas realidades
México y España tienen además coyunturas y condiciones específicas.
“Cada uno tiene su propia agenda de problemas”, afirma Juan Peris-Mencheta
Barrio, politólogo y asistente
acreditado de Podemos en el Parlamento Europeo en Bruselas. “Toda realidad o fenómeno político se ancla necesariamente a un
territorio, a una comunidad y a una historia específicos y por ello nunca es
extrapolable”.
Así, el surgimiento de Podemos en España responde a
la crisis económica y a un proceso avanzado de descomposición de los pilares
político-institucionales desde la transición iniciada en 1972.
México, por su parte, tiene su propia y enorme
agenda de problemáticas sociales y económicas, “entre las cuales la nuclear y
fundamental es la recuperación del Estado en todas sus funciones y para todos
sus ciudadanos. La resolución de esta situación requiere de procesos muy
distintos a los que se necesitan en Europa”, considera Peris-Mencheta.
Aun así existen analogías entre ambas formaciones. En
ambos países se han abanderado causas similares: lucha contra la corrupción y
recuperación del Estado para ponerlo al servicio de las grandes mayorías
sociales. Y ambos movimientos sociales, de acuerdo con el politólogo, “beben de
sus respectivos referentes o caldos de cultivo social-activistas y se
reivindican respectivamente como posibles instrumentos para trasladar a las
instituciones y a la acción política las grandes exigencias ciudadanas, que son
ninguneadas por los poderes constituidos en España y en México”.
No obstante, siguiendo el comparativo, ambos casos
corren también el riesgo de separarse de esa semilla que constituyó el 15M, en
España, y el #Yosoy132, en México, a medida que sus activistas, o una parte de
ellos, se van organizando y dotando de estructura y recursos para disputar el
poder.
En opinión de Paula Vallede Bethencourt, profesora de Metodología en la
Maestría de Derechos Humanos y Democracia en Flacso-México, “el 15M y el #Yosoy132 son dos movimientos sociales o dos
formas de protesta que comparten ciertos rasgos, pero son muy diferentes. El
15M intentó, desde el inicio, ser un movimiento transversal, en el que cupieran
distintas generaciones, distintos puntos de vista ideológicos y tuvo un
respaldo de la mayoría social. El #Yosoy132 fue un movimiento que nació de las
universidades y que pretendía poner en cuestión las elecciones de 2012”.
En España el ascenso de Podemos se produjo en
detrimento del PSOE y de Izquierda Unida, principalmente. En México no está
claro que otra fuerza, aparte de Morena, pueda capitalizar la crisis de los
partidos tradicionales para generar un frente de fuerzas alternativas.
Peris-Mencheta cree que “el turnismo
bipartidista PRI-PAN en México, con su aureola de corrupción sistémica e
inseguridad humana desatada, ha llevado al país a una situación de verdadero
colapso, que alcanza hoy quizás su apoteosis. Ni el PRD (partícipe del acuerdo
entre élites bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto), ni ese ensayo
auto-reformista edulcorado del PRI que es el Partido Verde Ecologista, pueden
presentarse como alternativas serias”.
Con este planteamiento coincide Paula Valle de
Bethencourt: “Al igual que Podemos, el éxito de Morena no solo depende de Morena
sino del fracaso de otros partidos y de su capacidad para ganar los apoyos que
otros pierden. De momento está por ver que Morena pueda movilizar a su favor el
descontento con los otros partidos mexicanos (PRI, PAN o PRD), al igual que Podemos,
está por ver si consigue votos de otros partidos (PP, PSOE)”.
La también socióloga apunta que Podemos ha sido
percibido, dentro y fuera de España, como innovador en el lenguaje y en la
forma de hacer política. En este punto, “llama la atención que, por ejemplo, el
PAN, para las elecciones que se celebran este año, haya iniciado una campaña
que recuerda mucho en su lenguaje a Podemos con el eslogan ‘Claro que podemos,
¿a poco no?’”.
Hacer política
en México para España
Podemos México está constituido en su mayoría por
españoles y españolas que tuvieron que migrar por la crisis económica, lo que
algunos han denominado “exiliados económicos”. Desde este “Círculo”, que cuenta
con más de 50 miembros, se pugna para que la voz de los migrantes españoles en
diversos países del mundo se escuche en España, ya que votar por correo desde
el extranjero siempre ha sido muy complicado para los españoles.
La realidad mexicana es muy diferente a la española,
concuerdan los integrantes del Círculo Podemos México. “Aunque cabe señalar que
en España, como país importador de drogas, también tenemos altos índices de
narcotráfico y consumo de drogas que no se reflejan de momento en violencia;
igualmente tenemos índices muy altos de corrupción, de hecho, en 2014, se
contabilizaron hasta 2 mil políticos imputados por casos de corrupción”. Y
recuerdan que España es el segundo país del mundo con más desaparecidos
–incluso superando a México– ya que aún hay muertos de la guerra civil que
murieron por defender la República y que todavía siguen enterrados en cunetas.
“Conocemos
bien la impunidad y la injusticia. Consideramos que el 15M, que este año cumple
cuatro años, aunado a los movimientos sociales y migratorios, han propiciado en
España una breve ventana u oportunidad histórica para cambiar el rumbo de
nuestra política, y pretendemos aprovechar esta oportunidad”. Por ahora lo
hacen difundiendo la iniciativa de Podemos tanto en el Estado español como en el extranjero, principalmente en México.
Por ahora, las citas electorales federales y locales
del próximo mes de junio en México demostrarán hasta qué punto el bionomio
PRI-PAN se encuentra tocado y hasta qué punto López Obrador puede conectar con
la mayoría y movilizar el descontento para ensayar una salida hacia otro México
posible.
Un México que cuente con el equivalente del Podemos de Pablo Iglesias y
de su gente, un político que ha roto con los convencionalismos estéticos. Un
hombre que se presenta con el pelo largo, sin corbata y sin saco. Y que en la
jornada electoral de mañana protagonizará un momento histórico que pocos van a
olvidar. Porque como dijo en uno de los últimos mítines de la formación la
secretaria de Análisis Social y Político de Podemos, Carolina Bescansa, “el
domingo será el principio de la llegada de las personas a las instituciones y
de la salida de chorizos y mangantes [rateros]”.