ENTRE 2015 y 2019, las Naciones Unidas registraron 1,940 asesinatos y 106 desapariciones forzadas de defensores de derechos humanos, periodistas y sindicalistas, que tuvieron lugar en 81 países; en 2019, se registraron 357 asesinatos y 30 desapariciones forzadas en 47 países, de acuerdo con las cifras de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Sobre la problemática, la ONU dijo este miércoles que las familias de las víctimas de ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas, desapariciones, secuestro de menores o tortura tienen derecho a saber qué sucedió, el pronunciamiento fue a propósito del Día del Derecho a la Verdad por Violaciones Graves de Derechos Humanos.
“Al reconocer el valor de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo, debemos comprometernos a proteger a quienes buscan la verdad y la justicia y proporcionar a las víctimas recursos eficaces y devolverles su dignidad”, señaló el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
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Cada 24 de marzo la ONU conmemora el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con violaciones graves de los derechos humanos y de la dignidad de las víctimas.
La decisión fue tomada el 21 de diciembre de 2010, por la Asamblea General de las Naciones Unidas como un homenaje a la memoria del monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, quien denunció activamente las violaciones de los derechos humanos de las personas más vulnerables de El Salvador.
En el estudio realizado en 2006, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) concluyó que el derecho a conocer la verdad acerca de las violaciones manifiestas de los derechos humanos y las infracciones graves de las normas de derechos humanos es un derecho autónomo e inalienable, vinculado a la obligación y el deber del Estado de proteger y garantizar los derechos humanos, realizar investigaciones eficaces y velar para que haya recursos efectivos y se obtenga reparación.
En el estudio se afirma que “el derecho a la verdad entraña tener un conocimiento pleno y completo de los actos que se produjeron, las personas que participaron en ellos y las circunstancias específicas, en particular de las violaciones perpetradas y su motivación”.
EL PROPÓSITO DEL DÍA
El propósito de la conmemoración del día es promover la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y la importancia del derecho a la verdad y la justicia.
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Así como rendir tributo a quienes han dedicado su vida a la lucha por promover y proteger los derechos humanos de todos y a quienes la han perdido en su empeño, explica la ONU.
“Reconocer, en particular, la importante labor y los valores del salvadoreño monseñor Óscar Arnulfo Romero, promotor y defensor de los derechos humanos en su país. Su labor fue reconocida internacionalmente gracias a sus mensajes, en los que denunció violaciones de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables en el contexto de conflictos armados.
“Como humanista y defensor de la dignidad del ser humano, sus llamamientos constantes al diálogo y su oposición a toda forma de violencia para evitar el enfrentamiento armado le costaron la vida el 24 de marzo de 1980”, indica.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, publicó en su cuenta de Twitter: “Sé lo doloroso que puede ser buscar -y encontrar- la verdad. Las víctimas, y todos los miembros de la sociedad, tienen un derecho inalienable a la verdad”. N