AL MENOS 138 personas han muerto durante las protestas por el golpe de estado en Birmania, informó este lunes la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Durante una rueda de prensa, el portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, aseguró que la situación en el país asiático “ha empeorado”.
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Informó que el pasado fin de semana fue el más sangriento que se ha registrado desde el inicio de las protestas por el golpe, ya que, de acuerdo con la comisión de Derechos Humanos de la ONU, “al menos 18 manifestantes murieron el sábado y 38 el domingo”, sin embargo otras estimaciones elevan esta cifra.
Este lunes la represión no se ha detenido y por lo menos diez personas murieron por acciones de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, según el diario local Frontier.
“Cinco de las víctimas han muerto durante las movilizaciones en Mandalay, mientras que tres han fallecido durante la noche y las primeras horas de la mañana en Rangún, capital económica del país, y dos más han perdido la vida durante la tarde en esta misma ciudad.
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“En Mandalay se han contabilizado además una veintena de heridos por la intervención de la Policía contra manifestantes pacíficos, según han explicado fuentes las organizaciones movilizadas al periódico ‘Frontier’. Los fallecidos son tres hombres y dos mujeres alcanzados por los disparos con munición real en el barrio de Maha Aung Myay, situado entre el centro de la ciudad y el río Ayeyarwady”, informó Europa Press.
La ONU, que condenó la violenta represión contra manifestantes “pacíficos”, entre ellos mujeres y niños.
Tras los enfrentamientos, la junta decretó la ley marcial en seis comunas de Rangún, Hlaing Tharyar y Shwepyitha.
“Toda persona detenida en los suburbios será juzgada por un tribunal militar y se enfrenta al menos a tres años de trabajos forzados”, informó AFP. N
