Por Damien Sharkov
Los rusos han utilizado la guerra de Siria para entrenar a decenas de sus efectivos y para aprender valiosos trucos y tácticas de batalla de Estados Unidos, informó una importante general de inteligencia de la Fuerza Aérea.
En 2015, Moscú lanzó una campaña aérea para apoyar al presidente sirio Bashar al-Assad y aunque, a veces, los objetivos de aquella operación coincidieron con los de la coalición que encabezaba Estados Unidos, los dos países han tenido varios enfrentamientos tensos. El mes pasado ocurrió el encuentro cercano más reciente entre las aeronaves rusas y estadounidenses, cuando un avión espía de Estados Unidos tuvo que disparar bengalas en un intento de evitar una colisión con cazas rusos Su-25 que se aproximaban.
Esos encuentros, y la coexistencia tensa de las fuerzas rivales en Siria, han dado a Moscú la oportunidad de obtener información detallada sobre la forma como operan las fuerzas estadounidenses, dijo la teniente general VeraLinn “Dash” Jamieson, subjefa del personal de inteligencia.
“Ver cómo operamos en los cielos de Siria ha sido un verdadero tesoro para ellos”, afirmó Jamieson ante el personal congresista y los reporteros durante una reunión de la Asociación de la Fuerza Aérea en Washington, D.C., según informó el sitio noticioso de las fuerzas armadas, Military.
Los cambios en las operaciones rusas incluyen el uso, por primera vez, de más tecnologías de punta en el frente, como municiones de precisión dirigidas y bombarderos de largo alcance durante despliegues de “18 a 24 horas de duración”, reveló Jamieson. La modificación se debe “a que nuestros adversarios están vigilándonos, están aprendiendo de nosotros”, sentenció.
Eso no significa que las operaciones rusas sean casi idénticas a las tácticas estadounidenses. No obstante, forman parte de un esfuerzo bélico en un territorio muy apartado de las fronteras nacionales de Rusia, y representan una novedad en la era post-soviética.
“Han llevado a cabo lo que describiría como sus primeras operaciones ‘extranjeras’ en un frente de despliegue completo y continuo”, prosiguió Jamieson. Al combatir con una gama completa de Fuerza Aérea, Armada y efectivos terrestres, en una alianza con Siria e Irán, el ambiente conjunto de Rusia “no resultó tan integrado como el de nuestras operaciones… [pero] es un cambio para ellos”, enfatizó.
La cantidad de personal y unidades reclutadas para el despliegue ruso en los últimos dos años y medio también demuestra que Moscú está utilizando el escenario sirio como un “terreno de prueba” para nuevas técnicas marciales.
“Según ellos mismos han dicho, Rusia ha reciclado casi 85 por ciento de todas las tripulaciones de su Fuerza Aérea para operaciones de combate” en Siria, dijo Jamieson. “Algo que aprendieron de nosotros fue: ‘Una cosa es estar en ejercicios y entrenamiento y otra, muy distinta, es estar en combate y enfrentar a un adversario y una amenaza’. Lo que ellos pretendían era poner a prueba esa filosofía. Y no solo con unos cuantos aviones y pilotos, sino con la mayoría de ellos”.
Valeriy Gerasimov, jefe del Estado Mayor de Rusia, sugirió eso mismo el mes pasado, durante una entrevista con el tabloide pro-KremlinKomsomolskaya Pravda. Pese a ello, no dio el crédito a Estados Unidos por inspirar alguna parte de ese esfuerzo.
“Casi no teníamos experiencia desplegando al Ejército y las fuerzas armadas a una distancia tan grande, en el territorio de un país que no tiene fronteras con el nuestro”, dijo Gerasimov, recordando el inicio de la operación. “Solo había un caso, en 1962”, añadió, refiriéndose al despliegue de las fuerzas soviéticas en Cuba.
A lo largo de la intervención, el comando de 90 por ciento de las divisiones y de más de la mitad de las brigadas y los regimientos ha sido sometido a pruebas de combate. Un plan consistente en despliegues rotatorios trimestrales para las unidades permitió que Moscú proporcionara una experiencia de real en el campo de batalla, a fin de “probar” el temple de algunas fuerzas y, sobre todo, de los altos mandos.
“Eso fue lo que hicimos, y no solo [con] los soldados. Lo principal era probar a los comandantes, a los oficiales”, dijo Gerasimov. “Hicimos que todos los comandantes de los distritos militares pasaran bastante tiempo allá”. La mayor parte de las fuerzas armadas de Rusia está dividida en cuatro distritos militares geográficos, cuyos comandantes responden a Moscú. Todos esos oficiales de alto rango pasaron “bastante tiempo” en Siria en algún momento, agregó Gerasimov.
Oficiales de defensa rusos se han jactado, repetidas veces, de que cientos de sus nuevos elementos de ingeniería y del equipo militar han sido probados en Siria, mientras que el Kremlin sostiene que el motivo de la intervención fue combatir a los extremistas, así como al grupo militante Estado Islámico.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek