El dejar la escuela no fue por falta de ganas o porque no le gustara ir, pero la crisis económica por la pandemia del Covid-19, obligó a Alan de 10 años a dejar de estudiar, ya que por el momento debe ayudar a sus papás a vender comida de casa en casa, y espera que el próximo año pueda regresar para terminar su primaria e iniciar a labrar su camino para cumplir su sueño de ser doctor.
Alan pertenece a uno de los mil 459 que dejaron la escuela a nivel primaria tal y como lo informó el titular de la Secretaría de Educación (SEP), José Melitón Lozano en su comparecencia.
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Desde diciembre pasado Alan tuvo que dejar la escuela debido a que su papá hasta el momento no cuenta con entradas, ya que es de oficio albañil y casi no ha habido trabajo, su mamá se ayuda vendiendo comida casa por casa y tiene un negocio de venta de antojitos, el cual tampoco ha tenido entrada debido a la pandemia, pues sus ventas se han reducido al 40 por ciento.
Alan es un niño de 10 años que dice que por el momento le toca apoyar, si bien no es el más grande de los hijos, sí es el hombre y tienen que salir a conseguir dinero con sus papás.
El menor dijo sentirse triste, pues quería seguir con los estudios y regresar a jugar con sus amigos, cuando la pandemia acabara, sin embargo, la crisis económica por la que pasan las familias, hizo que Alan tenga que dejar por un año la escuela, hasta que se pueda componer la situación económica.
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Doña Ana mamá de Alán y oriunda de Oaxaca, aseguró que se la han visto mal para que su hijo Alan pudiera cumplir con la tarea, pues no hay para comprar un teléfono nuevo, para que éste pueda ver las clases, así mismo sucede con el internet, al principio hablaron con su maestra para comentarle sus problemas, por lo que acordaron sacar copias para que él pudiera cumplir con sus clases y tareas pero a veces de manera diaria eran 30 pesos, que tampoco pueden sacar, optaron por la televisión, pero también tuvieron que venderla, por la misma situación, lastimosamente sus papás decidieron que no era momento de estar en clases virtuales, ya que les generaba más gastos por lo que optaron por sacarlo y trabajar muy fuerte para que el niño regrese a clases una vez que las clases sean presenciales.
Alan aceptó ayudarlos, con la promesa de que en el futuro le permitan seguir con sus estudios para que sea médico y pueda ayudar a la gente a curarse de enfermedades como la que actualmente azota al mundo.
Con información de Diario Puntual