Este año se realizarán elecciones en todo el país. El próximo 06 de junio se llevará a cabo las que ha sido catalogada como la elección más grande en la historia del país, pero nosotros, los ciudadanos, ¿qué podemos esperar de ello? De aquí hasta el primer domingo de junio, los partidos van a tratar de llamar nuestra atención para convencernos de que son los mejores para que les otorguemos nuestro voto en las urnas. Para ello, harán uso de los medios de comunicación, de carteles, espectaculares, pero por causa de la pandemia y de la revolución tecnológica que estamos viviendo, esperamos una mayor participación de las redes digitales.
La tecnología ha avanzado a tal punto que al hacer la comparativa con las campañas que se realizaban hace 7 años, parece que habláramos de la prehistoria. Sin duda, los tiempos han cambiado. Antes, los tapizados gigantes con los nombres de los candidatos en las bardas, postes y lonas eran algo común. Tanto, que incluso hoy a la fecha se pueden apreciar por las calles de Aguascalientes algunas bardas con los nombres de los candidatos de las elecciones de 2013. Si no me cree, lo invito a darse una vuelta sobre la Av. Abelardo López Rodríguez y la avenida Lic. Adolfo Ruiz Cortines para que lo compruebe.
Y si bien la forma de hacer campaña ha cambiado, lo que no cambiará serán los recursos siempre utilizan los candidatos para posicionarse. La guerra del lodo, la acusación sin sustento, la difamación, la calumnia, entre otros tantos que serán utilizados durante el tiempo de la campaña, no para darse a conocer a través de las mejores propuestas, sino para tratar de desprestigiar al oponente. Y no me malentiendan, hay candidatos que, sin duda, tienen una cola larga que les pisen, pero no todos son así. Esto es preocupante, cuando vemos se perfilan en la elección para la presidencia municipal a dos candidatos que fueron extitulares de la administración y que no precisamente se dieron a conocer por tener una gestión limpia.
Ante ello, los ciudadanos debemos exigir limpieza en el proceso electoral y que las difamaciones sean sancionadas, así como a los medios que se presten a ello. Ya lo ha dicho el presidente en reiteradas ocasiones, la calumnia cuando no mancha, tizna. Y esto es algo que no se debería de permitir en una verdadera democracia.
Necesitamos a candidatos que lleguen con propuestas verdaderas, que sean creativos para plantear soluciones a las principales necesidades de la población, que eleven el debate público, y no campañas negras que únicamente llamen la atención a los ciudadanos por el morbo que generen. Que sea una campaña en la que el ciudadano esté bien informado y pueda decidir sobre la mejor opción, no por el menos malo; que las campañas decidan al ganador por el convencimiento de que van a arreglar lo que está mal y no por las dádivas que obsequie; que se priorice un verdadero plan de la ciudad que queremos a futuro y no la demagogia de siempre.
Que lo tomen en los que quieran ser candidatos. La ciudadanía cada vez está más informada y sabe distinguir entre propuestas y circo. En caso de que otra vez se ignore a la ciudadanía y hagan las mismas campañas sucias de siempre, no sólo cargarán con la derrota a cuestas, sino el único recuerdo que tendremos de ellos, únicamente serán sus bardas despintadas.
* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).
@ArturoAvila_mx