Cali.—Soldados colombianos rinden honores fúnebres a seis de sus once compañeros que murieron el miércoles 15 de abril en un ataque perpetrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Once militares colombianos perdieron la vida y otros veinte resultaron heridos en la embestida perpetrada en la medianoche del martes en la vereda La Esperanza, departamento del Cauca (oeste), bastión del principal grupo rebelde colombiano. Este embate es uno de los más mortíferos desde que comenzaron las conversaciones de paz en La Habana entre el gobierno colombiano y esta guerrilla. La ofensiva llevó al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a autorizar la reanudación de los bombardeos contra campamentos de las FARC, mientras que, desde Cuba, la guerrilla manifestó su “preocupación” por lo ocurrido, reclamando nuevamente una tregua de ambas partes. “El ataque de las FARC es un serio obstáculo en el camino a una muy necesitada reconciliación”, opinó la Unión Europea. “El conflicto ya cobró demasiadas vidas y causó incalculables sufrimientos.”