Funcionarios estadounidenses actuales y antiguos le han dicho a Newsweek que China es el principal riesgo de contraespionaje para Estados Unidos, siendo una amenaza única y sin precedentes que se expande más allá de la interferencia en la próxima elección, incluida la infiltración masiva en las redes privadas de comunicaciones de empresas y organizaciones estadounidenses que no están protegidas por las redes de seguridad gubernamentales.
“No hay una país que presente una amenaza más amplia y completa a nuestras ideas, innovación y seguridad económica que China”, dijo el FBI a Newsweek en una declaración. “La amenaza toma muchas formas diferentes, y es la principal prioridad de contraespionaje del FBI”.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional dio un análisis similar. “China sigue siendo uno de los focos principales de la comunidad de inteligencia y lo ha sido por muchos años”, comentó la oficina en una declaración independiente enviada a Newsweek.
Estados Unidos todavía se tambalea por los reportes de una acción concertada por parte del gobierno ruso para influir en los resultados de la elección presidencial de 2016, y ha entrado en lo más álgido de la campaña de 2020 con una desconfianza especial, observando a las potencias extranjeras en busca de señales de intentos ilícitos de influenciar el voto.
Pero cuando se trata de China, vista cada vez más como un alto competidor estratégico de Estados Unidos en la escena mundial, la comunidad de inteligencia estadounidense ve una amenaza más amplia y capaz, y está haciendo sonar la alarma más fuerte que nunca antes.
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Christopher Wray, director del FBI, reveló el mes pasado que la agencia abría un “caso nuevo de contraespionaje relacionado con China más o menos cada 10 horas”, un ritmo que está sobrepasando los recursos federales de maneras nunca antes vistas. En febrero, Wray dijo que había 1,000 de dichos casos abiertos en los libros del FBI.
Esta campaña masiva china usa un enfoque de “todo el gobierno”, que abarca múltiples técnicas para acceder a toda forma de información para promover las metas del Partido Comunista Chino gobernante, comentó el FBI a Newsweek.
“China sigue usando el espionaje cibernético para apoyar sus prioridades de seguridad nacional, con blancos que incluyen al gobierno estadounidense, sus aliados y compañías estadounidenses”, expresó el FBI. “La mayoría de las operaciones cibernéticas chinas contra la industria privada estadounidense está enfocada en contratistas de defensa aprobados o compañías de informática y comunicaciones cuyos productos y servicios apoyan al gobierno y redes del sector privado a nivel mundial”.
Estas redes privadas, que incluyen compañías multinacionales, institutos de investigación e instituciones académicas, no son respaldadas por la seguridad del gobierno.
“El contraespionaje es la prevención del robo”, dijo a Newsweek Scott Olson, ex supervisor de contraespionaje del FBI y agente especial adjunto a cargo de espionaje y contraespionaje, “y es muy fácil prevenirlo si el gobierno tiene control sobre todas las cosas importantes. Pero lo que tenemos ahora es una situación en la cual el gobierno no tiene control de las cosas importantes. Están en custodia de compañías privadas”.
En China, el gobierno mete las manos en la mayoría de las industrias cruciales, asegurándose un escudo patrocinado por el gobierno sobre la información de alta importancia nacional. Ese mismo gobierno también blande una espada electrónica para abrirse paso a bases de datos extranjeras, a veces con las herramientas del Ejército Popular de Liberación, las fueras armadas permanentes más grandes del mundo que han crecido cada vez más en alta tecnología año tras año.
“China ha aumentado sus capacidades de ataques cibernéticos desde 2015 al integrar sus recursos militares de ataque cibernético y espionaje”, dijo el FBI a Newsweek.
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Ese año, el presidente chino, Xi Jinping, ordenó una reorganización masiva del Ejército Popular de Liberación que incluyó el establecimiento de la Fuerza de Apoyo Estratégico, que incluye unidades de guerra cibernética. Frank Figliuzzi, ex director adjunto de contraespionaje del FBI, comentó a Newsweek que el Ejército Popular de Liberación de China ha dedicado batallones enteros a recabar datos (los batallones consisten de compañías de hasta 1,000 soldados).
Él dijo que aun cuando el FBI está enfocado en Rusia en términos de salvaguardar la integridad de la elección presidencial de 2020, esto no se debió a una falta de capacidades por parte de China, sino a una diferencia en las metas de Moscú y Beijing, las cuales, comentó él, han sido tratadas con una “falsa equivalencia” por algunos comentaristas políticos.
“Si China decidiera interferir realmente en nuestra elección, haría parecer a Rusia como el segundo equipo dado el volumen que puede dedicarle a ello”, añadiendo que Rusia buscó un “enfoque descarado y agresivo”, mientras que “hay una sutileza y visión a largo plazo en el bando chino”.
Para el FBI, es un caso de enemigos diferentes con metas diferentes.
“Pienso que una distinción es que China quiere dominar a Estados Unidos, y a Rusia le gustaría destruirnos”, añadió Figliuzzi. “Y China ha invertido los recursos, el dinero y la planeación para el juego a la larga, y Rusia busca lastimarnos más o menos atropellando y huyendo cada vez que puede”.
Un alto funcionario de inteligencia, quien pidió no ser nombrado, describió el alcance de la amenaza de Moscú. “Aun cuando muchos legisladores se concentran en la ‘amenaza china’, los tentáculos del Kremlin permean múltiples dimensiones de la sociedad occidental”, dijo el funcionario a Newsweek. “Rusia está ganando la guerra de la información a través de una hermosa campaña de desinformación”.
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Pero para China, enfrentarse a Washington significaría primero desafiar su hegemonía mundial en múltiples sectores cruciales usando los recursos vastos de la República Popular.
“Al momento, Estados Unidos no es solo la potencia militar dominante, es la potencia científica y tecnológica dominante”, comentó a Newsweek Matt Brazil, un ex oficial del Ejército de Estados Unidos y diplomático que funge como miembro no residente de la Fundación Jamestown. “Estados Unidos establece los estándares en todo, desde el internet hasta la investigación biológica y la inteligencia artificial”.
Él dijo que China busca cambiar el equilibrio del poder geopolítico, a la par que conserva buenos lazos económicos con Estados Unidos y otros países alrededor del orbe.
“Si eres China, y sabes que tienes intereses que son adversos a los intereses de Estados Unidos, en especial los correspondientes a su posición en Asia Oriental y el deseo estadounidense de apoyar a sus aliados alrededor de la periferia de China”, explicó Brazil, “con el fin de hacer tu voluntad, con el fin de cumplir tu meta de rejuvenecer a China, tienes que cambiar esa dinámica para que China no solo sea un competidor importante de Estados Unidos, sino tal vez para que el resto del mundo empiece a seguir el ejemplo de China en estas áreas”.
Los funcionarios chinos han defendido su doctrina como puramente defensiva y basada en la cooperación mutua entre naciones. Zhao Lijian, portavoz del Ministerio del Exterior chino, les preguntó a los reporteros en Beijing el miércoles si Estados Unidos podía decir lo mismo de sí mismos.
“¿Quién es el que posee miles de bases militares alrededor del mundo, ha hecho ilegalmente la guerra y operaciones militares contra países como Irak, Libia y Siria, y envía barcos y aviones hacia aguas remotas para mostrar su fuerza?”, preguntó Zhao. “¿Quién es el que se comporta con una mentalidad de la Guerra Fría, renunciando a los tratados y organizaciones multilaterales y blandiendo palos y puños como loco?”
“Las respuestas correctas no son difíciles de obtener siempre y cuando estos políticos estadounidenses respeten los hechos”, añadió él.
Pero aun cuando Douglas Wise, un ex alto agente del Servicio de Inteligencia de la CIA y subdirector de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, también señaló que promover la soberanía de China en áreas como la autónoma Taiwán y la semiautónoma Hong Kong sigue siendo una meta importante, él comentó que la meta final era recuperar su posición histórica como la principal potencia mundial.
“Lo que ellos quieren es una ventaja competitiva contra Estados Unidos, ya sea en el mundo de la inteligencia, en el mundo económico, en el mundo tecnológico y el mundo de la innovación, en el mundo de la defensa o en el mundo de la política”, expresó Wise a Newsweek.
Mientras la Comunidad de Inteligencia estadounidense se enfoca en lo que considera como una amenaza rusa al corto plazo en las elecciones, funcionarios tanto actuales como antiguos observan a China.
“La magnitud y alcance de la amenaza de China requiere vastos recursos de contraespionaje estadounidense”, dijo Figliuzzi, quien escribió el libro de próxima publicación The FBI Way: Inside the Bureau’s Code of Excellence (el modo del FBI: dentro del código de excelencia de la agencia, traducción no oficial). “Contrarrestar la amenaza de China es como tratar de desviar una inundación enorme. No importa cuántos recursos destines, serán abrumados y habrá daño”.