Las irregularidades del relleno sanitario de San Nicolás en la compactación de los residuos sólidos urbanos y en el manejo de los lixiviados (líquidos derivados de la basura), por las que fue clausurado parcialmente por la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROESPA) podrían haberse iniciado desde hace cinco años, según afirman asociaciones ambientalistas y ecológicas de Aguascalientes.
En rueda de prensa, organizaciones como Conciencia Ecológica de Aguascalientes A.C., Movimiento Ambiental de Aguascalientes, el Colegio de Biólogos del Estado, consultores y asesores legales en materia ambiental, presentaron una serie de fotografías y videos en los que se refiere la gravedad de las irregularidades que desde hace tiempo se han venido realizando en el relleno sanitario que recibe diariamente hasta mil toneladas de los 11 municipios del estado.
El pasado 2 de julio, la PROESPA clausuró las etapas IV, V, VI y VI-A del basurero luego de que tras una visita de verificación se detectaran irregularidades en el manejo de por lo menos 80 mil litros de lixiviados, además de incumplir con los procesos de compactación de basura conforme a la Norma Oficial Mexicana 083.
De acuerdo al dirigente de Conciencia Ecológica A.C., Humberto Tenorio, el manejo de los lixiviados ha rebasado la capacidad de los espacios habilitados para su cauce en el relleno sanitario, lo que ha provocado que los escurrimientos se propaguen a arroyos aledaños, lo que podría provocar su filtración al subsuelo, y posiblemente a los mantos acuíferos.
“La existencia de afloramiento de lixiviados está impactando de manera significativa la escorrentía de aguas abajo del arroyo natural, el suelo y por ende, las aguas subterráneas”.
En este sentido, la directora de Asesoría en Gestión Ambiental Técnica de IMEXA, María Esther Figueroa, comentó que los lixiviados producen una alta cantidad de metano, un gas que además de tóxico es muy peligroso, y que puede filtrarse a los mantos freáticos, por lo que es necesario que se corrijan las irregularidades en su manejo.
“Toda la basura que se ve acumulada, mal tapada o suelta tiene mucho tiempo, debió haber estado mucho tiempo así y la cobertura que tiene se aprecia que es muy reciente, entonces en general en periodos largos, porque esto que se ve ya es muy abundante, sino fuera así se percibiera algo muy puntual, solamente en un lugar. El metano es un gas muy peligroso que puede provocar incendios y explosiones, si llega al agua se contamina y ya no puede utilizarse y además es responsable del cambio climático”.
Por otra parte, la mala compactación de los residuos sólidos ha provocado que una gran cantidad de basura se disperse en otras zonas del relleno sanitario, lo que podría acortar el tiempo de vida útil del relleno sanitario.
“Hay una gran cantidad de residuos que están sin tapar, en imágenes se pueden ver cómo chorrean los lixiviados de las partes laterales y se disponen en zonas aledañas, hay llantas que está aventando el biogás porque no está siendo bien conducido y las está haciendo saltar del sitio, también hay un esquina en donde escurren los lixiviados en un arroyo”.
Además, la consultora agregó que no existe control del trabajo de los pepenadores que separan los residuos sólidos en el relleno sanitario, ya que se les permite el acceso al área de frentes de trabajo, situación que prohíbe la NOM-083.
“Hay un desorden de los pepenadores, los pepenadores no pueden trabajar cerca de los frentes de trabajo, es algo que tienen prohibido porque dificultan la operación del sitio”, añadió Figueroa.
No obstante, los ambientalistas indicaron que las competencias y responsabilidades en el manejo del relleno sanitario conciernen a los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal.
En el caso del municipio, es el responsable de construir, operar y manejar el sitio. El estado, por su parte, a través de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado, se encarga de autorizar a través del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) la selección del sitio, diseño, construcción y operación del relleno y a través de la PROESPA vigila el cumplimiento de las autorizaciones.
En el caso del gobierno federal, mediante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) autoriza los manifiestos de impacto ambiental y cambios de uso de suelo, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) autoriza la desincorporación del primer cauce y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) vigila el cumplimiento de las autorizaciones de impacto ambiental y la desincorporación de cauces.
Por lo anterior, hicieron un llamado a las autoridades competentes para que se corrijan las anomalías del relleno sanitario y se regrese a los estándares de calidad que le llevaron a ser considerado como uno de los mejores en Latinoamérica.
Centro de Valorización de residuos, proyecto inviable y poco transparente
Por otra parte, Enriqueta Medellín, integrante de Conciencia Ecológica A.C., pidió al municipio de Aguascalientes que se transparente la aplicación de los recursos y el avance del proyecto del Centro de Valorización de Residuos Sólidos Urbanos, para el cual se prevé una inversión de 300 millones de pesos para la construcción de la planta de valorización en el relleno sanitario de San Nicolás y que dejaría ganancias estimadas de 90 millones de pesos anuales para la empresa PIMSA S.A. de C.V., ganadora de la licitación.
“Pedimos a las autoridades que transparenten la aplicación de los recursos, porque hasta el momento desconocemos en qué se han empleado, en el relleno sanitario no se ve aún el avance del proyecto”.
El 9 de mayo del 2018 el Cabildo de la capital aprobó el proyecto del Centro de Valorización de Residuos Sólidos Urbanos, y posteriormente en diciembre del mismo año hizo lo propio.
El proyecto consiste en la transformación del relleno sanitario para dejar de compactar la basura de forma tradicional y hacerlo mediante embalajes, lo que disminuiría el riesgo de contaminación de los mantos freáticos y los cauces de agua, favoreciendo además la separación de basura y la generación de energía a partir de los residuos.
No obstante, los integrantes de las asociaciones ambientales prevén poca viabilidad de éxito, ya que proyectos similares han fracasado en otras partes del mundo y del país, significando sólo grandes proyectos lucrativos pero que aportan pocas soluciones al plan de manejos de residuos y a la preservación ecológica.
“Vemos el proyecto como inviable, ustedes pueden investigar si a nivel nacional hay alguna planta de valorización de residuos para municipios, no se metan en Estados Unidos para las fábricas, sino para municipios, para la basura como nosotros la generamos no funcionan, su mayor viabilidad es del 5%, pueden ir a Monterrey en una demostrativa la tienen así porque no es ni económicamente ni ambientalmente viable, incluso en la Ciudad de México solamente sacan el 5 o 6%, pero el gobierno paga la maquinaria, toda la separación, el material, o sea al final de cuentas no es una solución”, señaló la bióloga María Esther Figueroa.