El ritmo del avance tecnológico tiende a volver obsoletos muchos objetos, programas y aplicaciones en un parpadeo, y para muestra tenemos un sinfín de ejemplos que van desde los ya extintos casetes hasta las aplicaciones que hoy nos funcionan bien, pero que mañana ya no corren en un nuevo dispositivo, y esto último es sin duda el nuevo reto de los desarrolladores. ¿Por qué? Porque la tendencia que vemos no solo en América Latina, sino en todo el mundo, va encaminada a las aplicaciones móviles, los wearables y el internet de las cosas.
Hasta el año pasado, lo que teníamos en el mercado eran aplicaciones de consumidor final, juegos, productividad, mapas, etcétera, pero ahora las empresas se están montando a esta tendencia desarrollando sus propias aplicaciones, las cuales no solo generan mejoras en la productividad, sino también una gran cantidad de información que, sin duda, promoverán el avance de la analítica de datos.
Todo suena bien hasta aquí, pero hoy también nos encontramos con que el ciclo de vida de las aplicaciones es muy corto y que su desarrollo es complejo, y si a esto le sumamos las pruebas dentro del ciclo de desarrollo que se deben realizar antes de liberarlas, ¿cómo podemos seguir vigentes en este mercado?
La respuesta, el softwareautomatizado, un instrumento para agilizar la dinámica de producción y reducir costos a toda escala debido a las ventajas que este ofrece, pues permite automatizar el proceso del desarrollo, lo que facilita también la actualización, pues como sabemos, el desarrollo no termina en la creación de una aplicación, hay que mantenerla en constante actualización.
Con la automatización logramos que solo se escriba una vez el proyecto (qué necesidades, qué pasos, por ejemplo), y el modelo automatizado lo genera independientemente del lenguaje que se pida, así se pueden destinar más recursos a avances y modernidad, lo que permite mantenernos vigentes a pesar de los ciclos de vida tan cortos. Por ejemplo, tenemos que Apple recientemente acaba de cambiar de lenguaje, esto implica que todas las aplicaciones ya desarrolladas tienen que rehacerse; si lo hiciéramos de forma tradicional, primero tendríamos que buscar a nuevos desarrolladores certificados en este nuevo lenguaje para que después migre de plataforma las aplicaciones, lo que, además de ser costoso, tarda mucho tiempo.
Por otro lado, al contar con un software automatizado, la aplicación que ya tenemos hecha podemos transportarla al nuevo lenguaje y el autómata desarrollará el código, lo que nos permitirá migrar rápidamente de una plataforma a otra sin que esto implique pérdidas significativas en tiempo y costos y, por el contrario, beneficie a las empresas con un desarrollo de sistemas hasta 20 veces más rápido.
Tenemos, entonces, que la automatización del softwareentrega una solución completa y eficiente a las empresas con respecto a la generación de aplicaciones multiplataforma y en forma automática. Si automatizamos todo lo que sea automatizable, los programadores y personal de tecnología informática podrán concentrarse en actividades y procesos críticos del negocio que den un aporte de mayor valor a la compañía y les permita mantenerse vigentes en un mundo con caducidad programada.