Tras una odisea de pesadilla hoy regresó a Mérida, su casa doña Ethel del Carmen Trujillo Trujillo.
Un viaje de ensueño que se volvió pesadilla para la familia Rodríguez Truillo tras desatarse la pandemia global del Conoravirus.
Alonso Rodríguez Trujillo, maestro de profesión e hijo de doña Ethel, comenta que la estrategia para el recibimiento de su mamá de 79 años por personal de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, establecieron las medidas regulatorias de sanidad para recibirla.
El Dr. Darío Rodríguez Trujillo hermano del entrevistado fue el primer rostro familiar que de fe del buen trato de la Sra. durante el viaje y el recibimiento, quien además servirá de apoyo emocional después de la difícil situación que ha vivido durante su difícil viaje. Todos deberán usar el mismo traje de bioseguridad que requiere la situación.
Las redes sociales no fueron la única herramienta para que el caso fuera escuchado, menciona. Los medios de comunicación fueron una herramienta efectiva para transmitir lo sucedido. Comenta que hay dos elementos clave, uno, que estamos en una pandemia y que a todos nos puede afectar, y dos que
“Todos tienen una madre y un padre en su momento que seguramente son ancianos y los están protegiendo, la empatía con mi mamá y mi papá en un lugar donde cerraron fronteras y ella quedó sola, el corazón de cada mexicano, mexicana y el pueblo peruano sirvió demasiado”.
En el caso de las redes sociales si funcionó por que hubo muchos comentarios buenos y hasta los malos sirvieron para viralizar lo sucedido, platicó en entrevista telefónica. “Nunca nos imaginamos eso pues lo que queríamos es que saliera de ese hotel donde estaba.
“Las redes sociales funcionaron pero la gente se puso la mano en el corazón para que mi mamá saliera de ese hotel donde estuvo tantos días asilada y sobre todo sin tratamiento.”
Estuvieron en Cusco, Perú desde el 12 de marzo hasta hoy. Ahora regresan en el mismo avión, él en una urna.
Durante su viaje turístico visitaron diferentes regiones del lugar y en especial algunas iglesias características de esas localidades.
Veintitrés yucatecos llegaron a ese país para hacer un recorrido turístico por los lugares cercanos en esa zona del Perú. La pareja se contagió del virus, tal vez, desde su llegada al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez en Lima.
La incredulidad fue el primer obstáculo pues en el caso de su progenitor no fue algo inmediato, pensaron que tenía una gripe común.
El día 18 de marzo debían salir de Cusco. Llegó el avión humanitario. Isaías Rodriguez Rivero de la mano de su esposa Ethel hizo fila junto con todos sus paisanos.
Con boletos de Aeroméxico en mano fueron retenidos Su temperatura rebasaba los 37 grados. La alerta global sobre la enfermedad obligó a los gobiernos a cerrar fronteras y aislar los casos sospechosos. Isaías Rodríguez fue apartado del grupo con el que viajaba, confinado y abandonado en el mismo hotel donde disfrutara sus vacaciones pero ahora para cumplir la cuarentena que dictaban las medidas de seguridad, un adulto de 76 años con diabetes pues probablemente estaba infectado con COVID-19.
El yucateco Rodríguez Rivero empeoró y no fue hasta que presentó severos síntomas de asfixia, que Ethel Trujillo pide a las 23 horas el auxilio de una ambulancia y lo llevaron de emergencia al hospital Antonio Lorena de Cusco y fallece a las 7 horas del día siguiente.
Sin dinero y sin saber cómo regresar a algún lugar seguro personal de ese hospital le ayudan a llegar al hotel donde estaba registrada.
El ministerio de salud notifica de la situación y establecen toque de queda y un perímetro militar de seguridad en la zona donde estuvieron los recién diagnosticados. EL caso de Isaías Rodríguez, como muchos se vuelve un número más, un punto en la estadística, “un turista más” comenta el entrevistado.
El virus que hoy azota al mundo y cuyo origen se desconoce se llama SARS-CoV-2, la enfermedad que causa se llama COVID-19. Como en otros virus, hay personas que son resistentes y otros lo desarrollan.
“Una señora de 79 años con problemas, con su esposo muerto, encerrada en una habitación de hotel y que no haya desarrollado la enfermedad es increíble, catorce días o más y mostró ser inmune al virus. Ella es portadora y al terminar su cuarentena la darán de alta ya que muestre el análisis negativo ante la enfermedad”.
La señora es hipertensa y con los padecimientos propios de su edad pero no sufre de diabetes, “si fuera diabetica como mi papá ya se hubiera muerto” comenta su hijo.
El avión de la Fuerza Aérea Mexicana arribo este lunes a México después de las 21 horas.
“Esto no termina esto hasta que esté doña Ethel en su casa, en esta situación de guerra bacteriológica viral estamos frente a un enemigo que no se logra ver y prueba de esto es que perdí a un padre.” PRACTICAMENTE LA VIDA CAMBIA. Es mucha unión familiar y comprensión.
Hay gente que lamentablemente le gusta estar en la calle, esas son las que cometen el error. El virus ya sea por tacto o por el aire, tu puedes agarrar la puerda del Oxxo… y tú te lo llevas… en el metal vive 3 horas el virus, por contacto de monedas o billetes.”
Rodríguez Trijillo asegura que debe haber toque de queda, que es necesario y urgente.
El virus solo se deja de contagiar si no hay contacto. Hay quienes son portadores sin desarrollar la enfermedad, salen a lugares concurridos y sin saberlo contagian a quienes asisten a esos sitios.Todo es un centro de infección donde haya metal.
Esto no ha terminado, solo es un proceso más, dijo, y pide a la población yucateca cuidarse y quedarse en casa, es la única forma de evitarlo.