Miles de mujeres con pañoletas y vestidos color verde reclamaron este miércoles que el aborto “sea ley” en Argentina, impulsadas por el respaldo que dio a la causa el presidente Alberto Fernández.
“Vinimos acá a luchar para que esta ley salga este año, para que no haya más personas que no pueden decidir sobre su proyecto de vida, sobre su cuerpo. Un embarazo no deseado es sinónimo de tortura”, dijo a la AFP, Antonella D’Alessio, una psicóloga feminista.
La convocatoria organizada por grupos feministas se realizó frente al Congreso argentino, donde en junio de 2018 la iniciativa para legalizar el aborto voluntario hasta la semana 14 de gestación obtuvo el histórico respaldo de Diputados.
Pero el Senado, de corte más conservador, la rechazó en medio de presiones de la influyente Iglesia católica y de los grupos evangelistas en el país natal del papa Francisco.
El colectivo Las Tesis estuvieron en el pañuelazo con una versión para las demandas de la despenalización del aborto, en la que participó la escritora argentina Claudia Piñeiro.
“El patriarcado es un juez / que nos obliga a parir / y nuestro castigo / es la violencia que ya ves.
Es feminicidio / maternidad como destino. / Es violación / Es aborto clandestino./
Y la culpa no era mía / ni como estaba, ni cómo vestía / Y la culpa no era mía / si me cuidaba, ni cómo vivía./
El violador eras vos / El opresor sos vos. /
Es el Congreso /adonde votan/ el aborto / clandestino. /
El Estado opresor es un macho violador / El Congreso opresor es un macho violador. /
El violador eras vos / El opresor sos vos.
Duerme tranquila mi niña madre / sin que te importe quién te violó / que por tu hijo, bebé inocente / vela la Santa Inquisición”.
#LasTesis frente al congreso argentino apoyando la legalización del aborto#19F#AbortoLegalYa#AbortoLegal2020 pic.twitter.com/zt1sq5FcTJ
— RodrigoSaavedra (@Ro_SaavedraM) February 19, 2020
“No morirse”
Para Natalia Lissarrague, una enfermera de 38 años, la aprobación de la ley “es importante porque le da la posibilidad a todes de acceder a un aborto y que sea en el hospital con todas las técnicas necesarias y no morirse en la clandestinidad”.
Esta enfermera acudió a la manifestación con sus hijas de 5 y 12 años. Todas vestidas de verde, el color emblemático de la causa feminista.
La movilización exige que se debata una ley a partir del 1 de marzo, cuando Fernández inaugura sesiones ordinarias.
La renovación parcial de la Cámara Alta en las elecciones de diciembre dejó al oficialismo con mayoría, lo que renovó las esperanzas feministas y de sus aliados por conseguir la legalización del aborto, una reivindicación que ha ganado fuerza en la última década.
“Será histórica”
“Esta vez será histórica, tenemos muchas expectativas”, dijo a la AFP Mabel Gabarra, abogada y fundadora de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
En Argentina el aborto se castiga con penas de entre uno y cuatro años de cárcel, excepto en casos de violación o de riesgo para la vida de la mujer.
Según organizaciones feministas, en el país se realizan unos 400.000 abortos clandestinos por año, la principal causa de muerte materna.
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Apoyo presidencial
El presidente Fernández dijo en reiteradas ocasiones que enviará al Congreso un proyecto para “ponerle fin a la penalización del aborto”, aunque nunca aclaró si avanzará sobre la legalización.
“Pensamos que el proyecto del presidente va a estar en sintonía con el nuestro”, sostuvo Marta Alanis, de Católicas por el Derecho a Decidir.
En ese sentido, admitió que esperan que el proyecto del Ejecutivo se enfoque más en el aspecto sanitarista que en el de los derechos de la mujer, aunque dijo: “a esta altura ¡Qué se inspiren en lo que quieran, pero tengamos de una vez la ley!”.
Tal es la confianza sobre la legalización este año que los movimientos feministas ya están “trabajando en el día después: cómo remover los obstáculos para que haya un acceso concreto para la mujer que quiera abortar”, añadió Alanis.
Oposición religiosa
Pero representantes de la Iglesia católica y de otras confesiones también redoblan esfuerzos para impedir la aprobación.
El pañuelo celeste, que identifica a la posición antiabortista en Argentina, se desplegará el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en una movilización y misa impulsada por la Conferencia Episcopal.
“Sí a las mujeres, sí a la vida”, es el lema propuesto para la misa y marcha que se realizará frente a la Basílica de Luján, el principal lugar de culto de Argentina, 75 km al oeste de Buenos Aires.
La convocatoria se lanzó poco después de las declaraciones de Fernández en favor de despenalizar el aborto, realizadas durante su reciente gira europea y días después de entrevistarse con el papa en el Vaticano.
El presidente, un peronista de centroizquierda, ya había mencionado su intención de proponer una nueva legislación al respecto.
Según la última encuesta sobre creencias y actitudes religiosas, entre 2008 y 2019 se duplicó la proporción de quienes afirman que el aborto es un derecho de la mujer.
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Sin embargo, los evangelistas están dispuestos a dar una dura batalla, incluso pidieron un referéndum para tratar el aborto.
“Saldremos de una en todo el país”, dijo a la AFP un dirigente de Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina.
Información de Yemeli Ortega /AFP