El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha conseguido el acceso a una base de datos de localizaciones de móviles todo el continente americano que ha comenzado a utilizar para prevenir la entrada de inmigrantes en sus fronteras.
Estos datos de localización proceden de una base de datos de uso comercial cuyo acceso ha adquirido recientemente la agencia estadounidense y proceden de diversas aplicaciones como videojuegos y ‘apps’ del tiempo y de tiendas a las que los usuarios ha concedido permiso para conocer la ubicación al aceptar las condiciones del servicio.
Según muestran los contratos de la agencia, una de sus divisiones dedicada a proyectos experimentales comenzó a acceder a datos de ubicaciones en el año 2017 a través de la compañía Venntel, perteneciente a Gravy Analytics, especializada en el marketing móvil.
En total se trata de dos contratos de 190,000 y 1,1 millones de dólares.
Aunque el Departamento de Seguridad Nacional no ha reconocido el propósito de esta información, fuentes internas ha asegurado al diario The Wall Street Journal que se han utilizado para detectar posibles cruces ilegales de la frontera o para seguir a grupos de inmigrantes.
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De esta manera, los agentes que vigilan la frontera de Estados Unidos con México han utilizado estos datos para encontrar actividad de teléfonos móviles en lugares que normalmente están deshabitados o son desérticos.
Asimismo, el Departamento de Inmigración también ha utilizado los datos de localización para identificar a las personas detenidas por acceder ilegalmente la frontera. Inicialmente los datos se usaron para localizar narcotraficantes pero posteriormente pasaron a la sección de inmigración.
No obstante, un portavoz del departamento estadounidense ha asegurado a The Wall Street Journal que “esta información no incluye datos de torres de telefonía, no está procesada en masa y no incluye la identidad individual del usuario”.