La élite económica, financiera y política posee un estilo muy particular de discutir los problemas del mundo.
El Foro Económico Mundial es el lugar favorito de los empresarios y líderes políticos más influyentes del globo terráqueo para hacer relaciones públicas y declaraciones rimbombantes. Es también, según la definición del propio Foro, que se organiza año tras año en Davos, Suiza, un encuentro en donde se comprometen a mejorar la situación del mundo. De cualquier manera, en la reunión correspondiente a 2014, la élite financiera y política internacional no desaprovechó la ocasión para manifestar sus preocupaciones, opiniones y experiencias en pos de hacer de este un mejor planeta.
Por ejemplo, en lo concerniente a América Latina, José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo de España, se manifestó a favor de que la problemática en torno a la ampliación del Canal de Panamá llegue en breve a una solución. La ampliación del canal que conecta al mar Caribe con el océano Pacífico, y que se ha convertido en una vía de navegación marítima preponderante para el comercio mundial y el desarrollo regional, enfrenta una disputa entre el gobierno panameño y la empresa española Sacyr por cuestiones de orden financieras, y se supone que la manifestación pública de Soria debería ayudar a la solución del conflicto. Sin embargo, Ricardo Martinelli, presidente de Panamá, igualmente desde Davos expresó que, con o sin Sacyr, su gobierno concluirá las obras.
“El Foro tiene un significado importantísimo porque ahí no solamente se reúnen los mayores empresarios de los diferentes sectores e industrias estratégicas del mundo, sino también líderes de opinión pública y, por supuesto, los mandatarios, que de una u otra forma lo utilizan para perfilar algún rumbo, ya sea en la parte económica, en las relaciones internacionales o en la parte monetaria”, dice a Newsweek en Español Adolfo Laborde Carranco, un catedrático que es director del Bachelor in International Relations del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Santa Fe.
En su reunión de la semana pasada, el Foro tuvo como tema “La reforma del mundo, consecuencias para la sociedad, política y negocio”, cuyas pretensiones eran que se generara un compromiso generalizado por parte de los países que desean abonar al ejercicio de la salud económica, política y social y, a través de ello, impulsar las inversiones y la protección de estas. No obstante, el especialista consultado explica que, para lograr que se consoliden estas pretensiones, las naciones tienen que definir estrategias y pautas en términos de los impactos de la política o de las modificaciones de las políticas internas en cada país, en este caso las reformas, para que estas se conecten con la gran ola que es el tema de las reformas en el marco global.
Dilma Rousseff acudió, por vez primera, al Foro de Davos con la consigna de argumentar que el país que gobierna, Brasil, aún es un mercado muy atractivo para los inversionistas extranjeros, ello luego de las protestas sociales que tanto han sacudido al país y, sobre todo, de la recuperación de las economías desarrolladas. Además, le apostó a la “creciente clase media, que representa un gran mercado de consumo de masas para los fabricantes de coches, ordenadores, móviles, medicinas o cosméticos”.
Además, a escasos cinco meses de que se realice uno de los encuentros que más derrama económica dejan a nivel global, el Mundial de Fútbol, Rousseff puntualizó que Brasil está listo para que se lleve a cabo de forma exitosa, “permítanme decirles que estamos preparados para esta Copa”. Frente a las preocupaciones de la Federación Internacional de Fútbol Asociación en el sentido de que existen retrasos en la organización del torneo, la presidenta aprovechó su estancia en Suiza para, uno, hacer hincapié en que el Mundial se jugará en tiempo y forma y, dos, lanzar un dardo envenenado: “Brasil es el país del fútbol, una de las formas más importantes de paz y de lucha contra los prejuicios”.
Respecto al papel que América Latina desempeña en el Foro Económico Mundial, el catedrático en Relaciones Internacionales Laborde Carranco explica que “la región no es una zona homogénea”. No obstante, “hay países heterogéneos que tienen posiciones particulares en el Foro, por ejemplo, México tiene sus aliados muy bien definidos y, bueno, el discurso ya lo conocemos, el tema de las reformas o de promoción de la sustentabilidad con fines de generar mayores flujos, no solamente comerciales, sino de inversión. Pero también existen países que no comulgan con estas ideas y tienen políticas muy críticas al respecto”.
Tras la participación del presidente de México, Enrique Peña Nieto, en el Foro de Davos, la paraestatal Petróleos Mexicanos y la empresa rusa Lukoil firmaron un acuerdo de cooperación para llevar a cabo actividades de exploración y producción de petróleo. La signa de este acuerdo es la primera en su tipo tras la aprobación, en diciembre pasado, de la reforma energética en México que permite a la iniciativa privada participar en la exploración y extracción del llamado oro negro.
En el Foro, Peña había anticipado que en México “los cambios constitucionales necesitan ahora reformas secundarias para concretarse, y eso significa, en el ámbito de la energía, la creación de un órgano regulador, la instrumentación de medidas para hacer posible la participación privada, cambiar el régimen de Pemex y otras medidas más”.
El especialista consultado considera que, después de la reforma energética, México arribó bien y con altas expectativas al Foro Económico Mundial:
“Me parece que se ha hecho el trabajo pertinente. Bien o mal, ya hubo un proceso de reformas en diferentes rubros estratégicos, con la energética como la cereza del pastel. La opinión pública internacional, los medios de comunicación, hablan bien de México, y dos hechos lo demuestran: la reciente visita del primer ministro italiano y que hace poco se ha invitado a México a participar en los diálogos de pacificación en Siria. Esos elementos dan la pauta para que pueda verse a México con mayor actividad y mejor liderazgo en el mundo”.
Juan Manuel Santos aprovechó el Foro para enviar, desde Davos, un tuit sobremanera alentador para Colombia, el país que gobierna: “Hoy en Davos oficialmente se reconoció a Colombia como la tercera mayor econoj890-=8u9;-[0-mía de América Latina”. Y el secretario de Hacienda colombiano, Mauricio Cárdenas, también desde la red social Twitter, explicó que “con la devaluación del peso argentino esta semana, Colombia se posiciona indiscutiblemente como tercera economía latinoamericana”.
Según se sabe, en las reuniones que Juan Manuel Santos mantuvo con empresarios en el Foro Económico Mundial, el tema de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y la ansiada paz no dejó de causar mella en el momento de hablar de inversiones en el país suramericano.
Adolfo Laborde Carranco dice a Newsweek en Español que el de Davos es un Foro importante, pues “es un lugar donde hay una serie de relaciones públicas, de acercamientos, de ofertas, de lobby, entre los participantes, entre los diferentes sectores. Por supuesto, los países en vías de desarrollo deben de aprovechar este encuentro para generar las condiciones necesarias para atraer inversión, para exportar las mejores prácticas y para no quedarse atrás en el tema de las relaciones económicas internacionales”.
Finalmente, el catedrático del prestigiado Tec de Monterrey manifiesta que la deficiencia de la reunión anual de Davos es que no hay compromisos, sino que, como foro que es, solamente se usa para expresar opiniones: “No hay una obligación de las partes para cumplir con los compromisos. Y tampoco existe una trasparencia en las negociaciones que se dan entre los sectores público y privado. Sería oportuno dar a conocer qué alcances se tiene cuando una empresa o un representante de un consorcio llega a un acuerdo con algún gobierno. Sin embargo, es lógico que eso lo hacen porque hay intereses muy específicos y no los quieren dar a conocer”.