Prevenir el trauma infantil probablemente mejore la salud de una persona para toda la vida, e incluso reduce la posibilidad de morir de cinco de las diez causas principales de muerte en Estados Unidos, según un análisis publicado el lunes por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El análisis, que fue parte del informe Señales Vitales de los CDC, halló una asociación entre las experiencias infantiles adversas (EIA) y el desarrollo de problemas de salud mental, enfermedades crónicas y una predisposición a la adicción a las drogas.
Las EIA pueden referirse a toda una variedad de eventos por los que puede pasar un niño, pero todos pueden tener impactos perdurables. Estos incluyen “todo tipo de abuso y descuido, así como enfermedad mental parental, consumo de sustancias, divorcio, encarcelamiento y violencia doméstica”, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
“La exposición a las EIA puede resultar en respuestas tóxicas al estrés extremas o repetitivas que pueden provocar daños inmediatos y a largo plazo tanto físicos como emocionales”, dijo un comunicado de prensa de los CDC sobre los hallazgos.
Aun cuando la comunidad científica ya estaba al consciente de muchos de los numerosos impactos negativos a la salud de las EIA antes del estudio Señales Vitales, el informe da cifras concretas del fenómeno.
El estudio usó información recopilada de 144,017 encuestados en 25 estados en el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductuales, una encuesta telefónica que se lleva a cabo anualmente en todo estado, territorio y el Distrito de Columbia de Estados Unidos. Cada encuestado fue clasificado de acuerdo con cuántas EIA ellos reportaron haber padecido cuando niños: cero, una, dos, tres, cuatro o más.
Más de 60 por ciento de los encuestados en la población usados para el análisis había experimentado por lo menos una EIA, según el estudio, mientras que 15.6 por ciento reportó que había padecido cuatro o más EIA. Se halló que esto participantes tenían muchas más probabilidades de una multitud de condiciones poco saludables cuando adultos en comparación con quienes no habían experimentado EIA.
Por ejemplo, quienes reportaron cuatro o más EIA tenían 44 por ciento más probabilidades de estar deprimidos y 24 por ciento más probabilidades de beber en exceso (lo cual significa que los hombres consumían 15 bebidas alcohólicas a la semana y las mujeres ocho por semana). Tenían el doble de probabilidades de tener sobrepeso o ser obesos, y tenían 27 por ciento más probabilidades de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, una condición de los pulmones que interrumpe el flujo de aire.
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Aun más, quienes reportaron la mayor cantidad de EIA también tenían más probabilidades de enfrentar actualmente “retos socioeconómicos negativos”, como desempleo.
La Dra. Patricia Logan-Greene, profesora en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Buffalo, dijo a Newsweek que el estudio de los CDC era interesante porque revisaba factores como “pobreza extrema, experiencias de discriminación, exposición a violencia comunitaria [y] ser colocado en cuidado temporal”, fenómenos que algunos estudios previos sobre las EIA no tomaron en consideración.
“Todas esas experiencias pueden ser extremadamente tóxicas, y por lo general no son incluidas en los estudios sobre adversidades infantiles por toda una variedad de razones”, comentó Logan-Greene.
En general, la correlación de datos no implica que un factor provoque el otro. Sin embargo, en este caso, los CDC confían en que las EIA sí influyen en el desarrollo de estas condiciones, y que al prevenir las EIA, Estados Unidos podría haber evitado hasta 21 millones de casos de depresión, 1.9 millones de casos de enfermedades cardíacas y 2.5 millones de casos de sobrepeso y obesidad solo en 2017, según los CDC.
Según el comunicado de prensa, los CDC ya trabajan en prevenir y entender mejor las EIA. La organización planea implementar varias iniciativas para educar mejor a los gobiernos y comunidades sobre cómo resolver el problema con “apoyos sociales y económicos que aborden las penurias económicas” y otros factores que pueden llevar a EIA.
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Logan-Greene también comentó que las iniciativas gubernamentales que dan ayuda a las familias de bajos ingresos y las familias que batallan con la adicción harían mucho en ayudar a prevenir las EIA. El descuido infantil, del cual ella dijo que es con mucho la forma más común de maltrato infantil, podría mejorarse con asistencia gubernamental que ayuda a las familias a adquirir comida y acceder a guarderías de calidad. Aun más, ella expresó que mantener políticas gubernamentales como la Ley de Atención Médica Asequible, la cual hace obligatorio el tratamiento por consumo de sustancias y obligó la cobertura de tratamientos de salud mental, haría mucho en prevenir las EIA.
“Ahora sabemos que las experiencias infantiles adversas tienen un impacto significativo en la salud futura de un individuo, dijo Robert R. Redfield, director de los CDC, en la publicación del estudio nuevo. “Prevenir experiencias traumáticas en la infancia e iniciar intervenciones claves cuando ocurran reducirá las consecuencias a largo plazo en la salud y beneficiará el bienestar físico y emocional de los individuos en la adultez”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek