- Ecos económicos del enésimo informe presidencial
Este informe de gobierno es el más anticipado de la historia del presidencialismo mexicano y el menos novedoso en cuanto a información a dar y es que la sobreexposición de López en las mañaneras todos los días y a través de cuanto medio tenga a la mano, agotan los temas y a las audiencias, estas actividades nos dan una idea clara de todo lo que ha hecho y ha dejado de hacer. No cabe duda que habrá que resaltar el alto nivel de cumplimiento de promesas de campaña en tiempo record e incluso mucho antes de ejercer legalmente la presidencia, en esto le lleva la delantera a los últimos cinco presidentes de la república, otra cosa es, qué tan relevantes y pertinentes sean los resultados de estas ganancias rápidas más allá de su valor simbólico, sobre todo, las acciones de carácter populista, como quitar pensiones a expresidentes, sacar Los Pinos del escenario habitacional y protocolario, reducir los salarios gubernamentales, la fallida y costosísima caída de la venta del avión presidencial y una supuesta austeridad que no es más que una burda reasignación presupuestal.
El que pudo ser su punto más fuerte y destacado, se ha convertido en una de sus principales vulnerabilidades y fracasos, el famoso octubre negro con la cancelación del NAIM (Nuevo Aeropuerto Internacional de la Cd. de México), que ha desencadenado la caída estrepitosa del vuelo del águila mexicana y su aeropuerto insignia, símbolo de nuestra entrada al futuro prometedor de turismo y negocios con el mundo y ha desencadenado la caída estrepitosa de algunos de los fundamentales de la economía, como el crecimiento, balanza de pagos, la confianza del empresariado e inversionistas y la consecuente caída en la IED (Inversión Extranjera Directa), sin poder justificar su decisión en función de una supuesta corrupción. De lo anterior se derivan en cascada la caída en el empleo, una fuerte incertidumbre de los mercados, un atorón severo en la economía y un pronóstico reservado respecto al crecimiento en el futuro.
No sé si se deba informar, sobre la suerte que ha acompañado al presidente, en cuanto a estabilidad de la moneda, incremento de remesas, tasa de interés y la inflación, ya que son la primera, la tercera y la cuarta del área de control de Banco de México.
La configuración de un gabinete gerontocrático, donde muy pocos destacan positivamente, si no es por el ridículo, incongruencias, errores y omisiones, lamentablemente uno de los mejores miembros de esta élite ha arrojado el arpa ante el desorden, desastre y desaseo en la dirección y manejo de los menesteres gubernamentales, tal es el caso de la autoridad relevante del Dr. Urzúa, que desnuda la carencia de profesionalismo de la alta dirección federal.
Destaca la prisa y la improvisación al arrancar programas de índole social de transferencia de recursos líquidos como JCF, apoyo a adultos mayores, discapacitados y otros más, la implementación de todos los programas han estado llenos de anomalías y dudas sobre su manejo y pertinencia, pero “haiga sido como haiga sido” (frase distintiva por el estéril y corrosivo Calderón), se echaron andar a muy temprana hora del arranque del sexenio y contrasta con las lentitudes e ineficiencias burocráticas de los sexenios anteriores.
Tiene este incipiente y vacilante régimen, dos asignaturas pendientes, la lucha anticorrupción y contra la violencia inmisericorde que tiene de rodillas al país y a nuestros cuerpos castrenses y policiacos. De poco o nada ha servido desmañanarse con el gabinete de seguridad, cuando el estado se manifiesta fallido y estallido, siendo los criminales organizados, los que junto con el pueblo bueno y sabio humillan a nuestros garantes de la seguridad, siendo el derecho humano a la vida, integridad física, propiedad privada y patrimonial, presunción de inocencia y libertad personal y económica, están comprometidas y al desamparo de la t de 4ª.
El “No mentir, No robar, No traicionar al pueblo” ha transitado de una bonita y esperanzadora frase, a un “Ya ni la burla perdonan” y es que se miente a diario y en cantidades industriales, se sigue robando a lo largo y ancho del país, los corruptos están de plácemes y se le ha traicionado al pueblo de forma abierta y cínica y para ejemplo tres botones: Alfonso Romo mintió a los empresarios que no se cancelaría el NAIM, la promesa de licitaciones en compras de gobierno con asistencia y supervisión de la ONU, van en más de 75% de compras y asignación de contratos de forma directa y las tristemente célebres traiciones de la cancelación de guarderías de SEDESOL, el negligente y criminal desabasto de medicamentos y el abandono a las mujeres víctimas de la violencia a través de la supresión de refugios y centros de atención, sin olvidar cómo se abandona a su suerte al pueblo, en cuanto a estar a expensas del crimen muy bien organizado.
Veo diez desaciertos por dos aciertos. Dentro de los aciertos o medio aciertos están: El incremento al salario mínimo es uno de ellos, el haber reculado y aceptado sentarse a negociar con los señores de los gasoductos (entre ellos Carlos Slim, el símbolo por antonomasia del neoliberalismo de cuates y prestanombre del innombrable), el bajar algunos salarios gubernamentales y el tener interés en los pobres, aunque claro, no se esté trabajando en las soluciones a las causas de la pobreza, también se ha mantenido cierto orden en la hacienda pública en rubros generales, ha respondido a bote pronto todos los reveses de Trump la cancillería y el sostener el T-MEC a cualquier costo por Seade se salvan como aciertos con efecto económico.
Resumiendo, ha sido un año y un gobierno de ambivalencias, decidido a atacar los grandes problemas nacionales con alternativas poco viables o nada rentables económica y socialmente. Con un saldo negativo en liderazgo, al confrontar y dividir a los mexicanos desde el vértice del poder y ser maniqueo e ineficiente al diseñar, decidir e implementar medidas y políticas públicas, al intentar solucionar problemas usando un hacha o una escopeta, en lugar de bisturí o laser.