Ante las posibles redadas antiinmigrantes que se han gestado en Estados Unidos por órdenes del presidente Donald Trump, el estado de Coahuila se mantiene atento a cambios en el flujo migratorio y en las políticas que se puedan desarrollar en la materia, esto para prevenir cualquier desmán que se pudiera presentar.
El gobernador Miguel Ángel Riquelme indicó que, por lo menos durante este fin de semana, no se registró algún asunto que pudiera ser de importancia en materia de migración y que pudiera poner la frontera en riesgo, además de que no se han visto las deportaciones masivas tan anunciadas por Donald Trump.
También señaló que actualmente continúan las negociaciones con las autoridades migratorias del país vecino, esto con el afán de que el volumen de los migrantes que permanecen en la entidad no rebase las capacidades de la frontera para que las personas, tanto centroamericanos como mexicanos, que pudieran llegar a ser deportados de Estados Unidos puedan atenderse de la manera más adecuada posible.
A pesar de que a principios de mes se señaló que los municipios de Acuña y Piedras Negras no se encontraban incluidos en el acuerdo migratorio para el retorno de migrantes, la inestabilidad del gobierno de Estados Unidos en cuanto a la presión migratoria que ejerce sobre México, obliga a las autoridades locales a estar atentos ante cualquier cambio en este rubro.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, también ha indicado que tanto las autoridades migratorias como de Relaciones Exteriores se encuentran atentas para la atención de connacionales, además de que México también ha rechazado convertirse en un “tercer país seguro” para los migrantes.
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