…. “Haga de cuenta que le quitan a uno un pedazo de carne”, reflexiona Gustavo sobre su vida después de aquella noche en la que le fue notificada su deportación y por ende, la separación de su familia.
Hoy no es un día normal, el miedo invade el último rincón de la mochila de trabajo con la que cada mañana miles de migrantes en Estados Unidos salen a ganarse el pan en una tierra norteamericana que les desprecia de verdad.
Ayer domingo, no hubo redadas -de esas de las anunciadas por Donald Trump-, pero la incertidumbre prevalece y las sirenas de alerta de las asociaciones humanitarias y activistas no han cesado al tratar de impedir una brutalidad como la que es “inminente” y que ya ha sido anunciada desde junio por el gobierno estadounidense: “redadas masivas de ICE para deportación”.
En aquel país, santuario mundial de la discriminación, se pretende concretar durante los siguientes días la detención y expulsión de por lo menos 2 mil indocumentados, en su mayoría, por supuesto, de origen mexicano; es este el motivo del miedo que se incrustó desde esta mañana en las mochilas de trabajo de nuestros hermanos que se encuentran lejos de la patria que los vio nacer.
… A Gustavo lo conocimos en una caseta de seguridad en Aguascalientes y nos explicó que era el único trabajo que había conseguido después de que fuera “echado” de Estados Unidos hace unos años atrás; con sinceridad afirma que odia el alcohol pues dos copas del mismo y una infracción vial fueron la causa para que fuera deportado después de cuarenta años de radicar allá.
Son precisamente historias como la de Gustavo las que no permiten a las familias migrantes confiar en los señalamientos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) que refieren que “ICE prioriza el arresto y la deportación de extranjeros presentes ilegalmente que representan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza”; los indocumentados saben que en realidad, no es así, las redadas son redadas y punto.
… “Haga de cuenta que le quitan a uno un pedazo de carne, nunca se deja de pensar en la familia y ¿qué?, ¿qué se puede hacer más?”; Gustavo extraña de verdad a Faustina, la mujer con la que en la década de los 80 se casó siendo “bracero”, ella y sus dos hijas se quedaron “allá del otro lado” pues nunca les ha gustado México –dice con cierta nostalgia el velador que es velador porque no tiene otra alternativa y a veces, ni ánimo de buscar nuevas y mejores oportunidades ni en su misma ciudad.
Otra hidrocálida radicada en territorio norteamericano que nos pide guardar el anonimato dijo el sábado a Newsweek Aguascalientes que en la redadas de Estados Unidos hay siempre un plan y una maña de “limpia”, se colocan retenes y en seguida de ellos, las autoridades migratorias y ahí sí “que Dios te agarre confesado” –dice-, esto, mientras que autoridades mexicanas señalan que ya han sido detenidos al menos 20 connacionales en los primeros operativos del viernes en San Diego, California.
“Lo que nos dice la Embajadora es que buscarán deportar a los que tienen orden definitiva, que al momento son mil 807”. La realidad es que en la persecución antiinmigrante nada está escrito.
No cabe duda, a los Estados Unidos se llega con hambre y se regresa sin familia cuando de por medio se lleva en la maleta la condición de indocumentado y para esto, no se necesita ser criminal, ¡no!, basta cualquier error o mala jugada del destino para que los nombres de mexicanos sean incluidos en las listas de deportación y la prohibición expresa de ingresar nuevamente a aquel territorio so pena de no menos de 20 años de prisión.
… “Duele aquí, duele mucho, ”, dice Gustavo al olvidar que en sus tiempos de infancia le enseñaron que los hombres “no deben llorar”, pero aquí hay una excepción de vida pues las lágrimas no se pueden detener cuando lo que se ha perdido es a la familia en un mundo donde aún no se entiende que ninguna persona es ilegal.
Sin cifras exactas de deportación, en el periodo de enero a mayo del 2019, fueron regresados 89 mil 165 migrantes mexicanos, de los cuales, 804 son de origen aguascalentense, 33 mujeres y 771 hombres. Mientras tanto, en México se espera de un momento a otro la llegada de los migrantes que serán deportados, en sus maletas apenas unas cuantas pertenencias y por supuesto, sin los suyos.
Desde febrero ICE ha entregado dos mil cartas con los avisos de expulsión correspondientes y con ello, dos mil historias más se escribirán como parte de un proceso de deportación que una vez más ha puesto a temblar a las familias que hicieron de Estados Unidos su lugar de residencia sin imaginar que esto, podría llegar a aniquilar su hogar.
… Faustina era su vida, Faustina era la mujer de la cual se enamoró pero Gustavo ahora sabe que ni ella ni sus dos hijas estarían dispuestas a seguir su misma suerte. Desde Aguascalientes envía su bendición y espera que al menos uno que otro recuerdo le dediquen hoy.