No rebasa los nueve años de edad, reveló en el encuentro no pactado con quien con interés escuchaba que aquel niño aún no iba a la escuela por aquello de “la cruda” y la desvelada.
Sí, al menos contó cinco cervezas y algunas “cubas” que se tomó la noche anterior, porque en esto del mundo del aprendizaje de los grandes él, su hermano -más pequeño aún- y un amigo de parrandas (también menor), la pasan “muy bien”.
Dice que su más grande anhelo es ser un delincuente “de esos pesados”, de esos que ganan mucho dinero y que ahora, le pagan a él unos cuantos pesos para hacer uno que otro mandado, ya sea legal o ilegal.
La historia la cuenta como si la vida no lo escuchara o como si el destino no conociera los tentáculos de las consecuencias, y así, camina por céntricas calles de la ciudad, una zona que le ha visto crecer, tanto en lo bueno como en lo malo de su desgastada infancia.
Estadísticas oficiales del Poder Judicial revelan que en Aguascalientes, de enero a abril del 2019 se han iniciado un total de 46 carpetas digitales en el Juzgado de Control y Juicio Oral Penal y de Ejecución Especializado en Justicia para Adolescentes por delitos contra la salud.